RAM + SOFIRE

Gran trabajo el que está haciendo la promotora Bunsen Army Productions por la cultura heavy metal de este país, trayendo a tocar a bandas europeas que de otra forma no veríamos por aquí ni en pintura, pues las grandes promotoras (o las quizá no tan grandes pero igualmente a merced de los ofrecimientos de las agencias europeas de management y sus bandas de actualidad) no están por la labor de traer formaciones que no sean capaces de congregar a más de 250 personas como potencial público. En este caso, al igual que la mayoría de eventos que programa la productora, el concierto tenía lugar en la sala Rocksound, con capacidad para unas 180 personas.

Siguiendo la línea habitual de conciertos de la promotora, era el turno de otra de las formaciones más prometedoras dentro de esa corriente revival de la N.W.O.B.H.M que estamos viviendo en los últimos años. Banda sueca, país de donde suelen proceder una parte importantísima de las bandas que practican este estilo, y de nuevo buen ambiente en la sala Rocksound.

El estilo de la banda escogida para telonear a RAM no podría ir más acorde con la naturaleza del evento: una formación barcelonesa muy joven, de nombre SOFIRE, que venían a traernos la música, estética y la naturaleza de las bandas que inundaron la cultura de heavy metal a principios de los años 80 en Inglaterra. Con tan sólo una demo editada, no dudaron en echarle agallas al que juraría que era uno de sus primeros conciertos. Tuvieron algunos problemas técnicos al inicio del show, pero en general lo lograron sacar adelante con dignidad y muy buena actitud. No vamos a engañar a nadie y resulta evidente que a la banda le faltan tablas y el peso de la experiencia en sus espaldas, sin embargo igual de claro está que si siguen esta línea de aquí a unos años van a dar de qué hablar, máxime teniendo en cuenta que no son muchas las formaciones barcelonesas jóvenes que se decantan por practicar este estilo. Llama la atención y reconforta ver nuevas caras haciendo heavy metal de corte más europeo, viendo que la muchachada está por lo general más pendiente de otros estilos. Se marcaron temas de su primera demo editada ("Feel The Power") y un par de versiones, una de ACCEPT, "Metal Heart", y otra de IRON MAIDEN, "Hallowed Be Thy Name". Quizá fue en estas versiones, tan conocidas por todos, donde más pudimos darnos cuenta de algunas idas de tempo o imperfecciones propias de una banda novel, si bien las maneras, la energía y la visión musical que demostraron está fuera de toda duda y no tardarán en lograr que las horas de ensayo den buena cuenta de su valía. Huelga decir que el tema citado no es uno de los más fáciles de interpretar de la doncella precisamente, todo sea dicho. A no perderles el ojo a estos chicos.

Tras tomarnos un par de cervezas, no tardaron en aparecer en escena los suecos RAM, con su grandote cantante Oscar Carlquist al frente. Parece ser que el nuevo álbum de la banda, "Death", no ha gustado tanto como sus dos predecesores, y en parte puedo comprenderlo. Si bien tiene un par o tres de temas realmente asesinos, como es el caso de "…Comes From The Mouth Beyond", "Defiant"  o "Flame of the Tyrants" (geniales las tres), encontramos en el compacto un puñado de cortes que parecen quedarse bastante atrás en comparación. Empezaron de forma arrolladora con la citada "Defiant", logrando caldear el ambiente de una sala que acabó teniendo muy buen color para ser un día entre semana. De hecho me costó llegar a las primeras filas para tirar un par de fotos improvisadas con el móvil (sí, con el móvil. Nuestro jefe y fotógrafo se durmió y tuve que apañármelas como pude: hola Sergi Ramos), si bien gran parte del público se encontraba más expectante que no enloquecido. Oscar cambiaba de color y se encogía para lanzar sus hirientes agudos, pero llegaba a unos tonos al alcance de muy pocos. Posturas y muecas que me recordaban a Rob Halford a la hora de intentar llegar a la estratosfera, con la salvedad de que a día de hoy dicha técnica le permite al "metal god" soltar más bien gruñidos que agudos. "Awakening the Chimaera", "Flame of the Tyrants" o "In Victory" fueron otros de los temas en caer a continuación. Durante la interpretación de este último pasó algo muy gracioso. Las pequeñas dimensiones del escenario le jugaron una mala pasada al guitarrista Harry Granroth, que dio un paso en falso mientras hacía headbanging y cayó del escenario totalmente de pie (gracias a la poca altura del mismo) y sin parar de tocar. Mucha gente que no estaba lo suficientemente atenta pensó que se había bajado voluntariamente del mismo pero la cara de "¿qué ha pasado, dónde estoy?" que de repente se le quedó fue altamente reveladora.  Y de la gracia pasamos a la desgracia, que también tenía pendiente visitarnos. La banda, que hasta ese momento se había mostrado como una precisa máquina de matar a manos de todos sus integrantes, se quedó sin un guitarra. El amplificador de Daniel Johansson reventó y no había ninguno más para substituírlo, ya que RAM se encontraban tocando con el equipo de los teloneros. Hubo un parón de unos 10 minutos en los que reinó el desconcierto y el ambiente se enfrió, siendo finalmente la única solución que Daniel abandonara el escenario y que el concierto continuara con un sólo guitarra, algo que como más tarde reconocería Oscar, era la primera vez que hacían.

Desde ese momento la banda se mostró algo insegura al perder "punch" en el sonido, quedando las composiciones algo desnudas, sobretodo en las partes solistas de Harry, por lo cual optaron por simplificar esa segunda parte del concierto, acortando el set list e interpretando tan sólo los temas "Release Me" "Machine Invader" (en la que a Oscar se le cayó su micro, con el consabido "clonch") e "Infuriator". Acto seguido los músicos desaparecieron del escenario y para nuestra sorpresa no volvieron, habiendo tocado apenas una hora y dejándonos a todos con una notable sensación de velada inconclusa. Un gran concierto que se vio lastrado por un problema técnico insalvable. En cualquier caso, nos dejaron con ganas de volverlos a ver, lo cual es señal que mientras lo hicieron, lo hicieron bien.