MOONSPELL

MOONSPELL en directo están que se salen, no dan concierto malo sea lo que sea que vengan a presentar. Si en su anterior gira conmemorando los 15 años de sus dos primeros discos ya dieron un concierto aplastante, ahora venían a demostrar que a diferencia de muchos de sus coetáneos no necesitan vivir de las rentas de cara al directo. Los galos poseen en su haber gemas como para confeccionar un set list de verdadero impacto, incluso rescatando temas de discos que en su día fueron vilipendiados (“Sin/Pecado”), sin ningún tipo de pudor. Antes abrirían la velada los finlandeses INSOMNIUM, a quienes no pudimos ver por problemas de horarios, pero que por lo visto dieron una descarga que dejó a todo el mundo contentísimo. No en vano, llevan ya unos años pateándose los escenarios y no era la primera vez que pisaban la sala Razzmatazz 2.

Así pues, vamos con MOONSPELL. A pesar de su méritos, la banda no consiguió registrar ni media entrada en la sala mediana de Razz. Hubo gente, hubo ambiente, pero sin embargo los lusos parecen haber alcanzado un nivel de popularidad que ya no superarán. Así pues, es el momento de o bien renovarse o bien tratar de conservar a los viejos fans. La estadística nos dice que mejor decantarse por la segunda opción. Sin embargo, su última obra de estudio “Alpha Noir” parece haber tenido una acogida algo fría. Y si bien es cierto que no llega a los niveles de “Night Eternal”, sin lugar a dudas uno de los mejores discos que ha editado la banda en toda su carrera, lo último de los lusos bien merece unas cuantas escuchas que permitan dejarse seducir por una propuesta no del todo sencilla de asimilar. En cualquier caso si algo me quedó claro es que los temas de “Alpha Noir” convencen más en directo que en estudio: “Axis Mundi”, “Lickanthrope” o “Alpha Noir” atronaron de lo lindo y sonaron francamente bien. Con un inicio potente pero algo soslayado por los problemas técnicos propios de un inicio de show (esas guitarras a las que les faltaba un punto de potencia), la sala terminó brindándonos un buen sonido, no tan nítido como el conseguido la última vez en la sala Salamandra 1, pero lo suficientemente bueno para que pudiéramos disfrutar de lo lindo con cortes como “Finisterra”, “Awake” u “Opium”, corte este último que cayó bastante pronto y ayudó a caldear el ambiente.

Fernando Ribeiro dio rienda suelta a su carisma y volvió a conquistarnos hablando una mezcla entre portugués y castellano, ya que en sus propias palabras veía “estúpido dirigirse a nosotros en inglés”. Una buena elección, ya que pese a que había que prestar bastante atención a sus palabras, se le podía entender bastante bien. El cambio de registros nos dio como resultado un show de lo más dinámico: de la guturalidad y dejes próximos al death metal de “Night Eternal” al rock gótico de “Abysmo”, hay un trecho. La banda, por si no había abierto el abanico suficiente, se lanzó con la folkie “Ataegina”, que hizo bailar al respetable como si un concierto de KORPIKLAANI se tratara.. “Hace un par de días nos dejó Jeff Hanneman, hace unos pocos años lo hizo Peter Steele, por lo cual nosotros recuperamos esta canción en homenaje a los caídos”. Acto seguido sonaría “New Tears Eve”, muy influenciada por TYPE O 'NEGATIVE en el aspecto vocal. Antes de despedirse por primera vez sonaría la infalible “Alma Matter”, mientras que para el encore jugarían también al caballo ganador: “Wolfshade”, “Mephisto” y “Full Moon Madness” darían por finiquitada la actuación.

Para mi gusto hubiera mantenido en el set list “Nocturna”, que siempre funciona muy bien, pero lo cierto es que pocos podrán echarles en cara haber hecho un set list poco equilibrado, ya que cayó para todos los gustos y colores. Además, la banda estuvo ciertamente activa y comunicativa, mientras que nosotros disfrutamos de un sonido francamente bueno. Ante un show así, ¿qué más podemos pedir? Tan sólo que vuelvan pronto.