MINNUENDO FEST: PAIN OF SALVATION + PENDRAGON + PSICOTROPIA

Peralta. Un pequeño pueblo que, aparentemente, parece estar en medio de la nada. Pero el 21 de Julio el centro de la nada se convirtió en el centro del rock progresivo para acoger las actuaciones de tres grupos, a cada cual más diverso, pero igualmente efectivos. Nos referimos al Minnuendö Prog Fest 2007, que este año contó con un cartel de auténtico lujo, con la joven banda Psicotropia abriendo para los más que veteranos Pendragon y con Pain of Salvation para rematar la jugada con su único concierto en tierras españolas en esta gira. Casi nada.

Con el escenario ubicado en la plaza de toros del pueblo y con una barra a precios más que populares, la noche desde luego se presentaba interesante. Con buena puntualidad salieron Psicotropia al escenario, decididos a entregar una hora y cuarto de buena música, y cumplieron con creces. A veces parecidos a Muse, otras a The Mars Volta (y así podríamos seguir hasta la saciedad, dada la cantidad de influencias que destila este grupo), fueron dejando la boca abierta al personal con temas de sus dos discos y alguna que otra cosilla inédita hasta la fecha. Su juventud es desde luego engañosa, ya que sobre el escenario mantuvieron siempre una gran seguridad, buena presencia escénica y, ante todo lo que importa, defendiendo temas de gran calidad. Psicotropia demostraron que no son una gran promesa si no un gran grupo, con todas las papeletas para hacerse un hueco en el progresivo nacional.

Posiblemente hagan falta muchos grupos para poder hablar de una escena progresiva estable en España, pero de momento la cosa no pinta tan mal y que se empiece a oír a grupos como Psicotropia es importante, desde luego. Por lo menos, salieron del escenario con ovaciones, dejando al público contento, que no es poco. No tuvimos que esperar demasiado para seguir disfrutando, porque Pendragon salieron muy poco tiempo después.

La banda de Nick Barrett salió al escenario con muchísimas ganas. Un prometedor “Good as gold” abriría un concierto que no perdería en intensidad en ningún momento, y que atesoró momentos memorables como la interpretación de “Two Roads”, increíble canción que en directo se convierte en un auténtico monstruo. Su actuación, con un estilo mezcla de Génesis, Pink Floyd, Yes o Marillion, sirvió de excusa para el momento curioso de la noche, que fue darse cuenta de que junto a la gente más joven había mucho asistente que sobrepasaba la cuarentena con una sonrisa en los labios. Uno ha de esperarse esto con un grupo con tantos años en el tajo, pero siempre está bien ver que hay cosas que vienen de lejos y que los grupos de toda la vida sigan despertando pasiones entre los fans.

Excelente concierto el de Pendragon, con un grupo muy comunicativo con el público y un Nick Barrett bastante carismático que derrochó simpatía aparte de una buena voz y grandes momentos a la guitarra. Durante cerca de dos horas los tuvimos sobre el escenario, dando un gran espectáculo y dejando al público calentito para lo que se avecinaba más tarde. Según salieron del escenario se produjo el relevo generacional en la audiencia, apretándose las primeras filas para acoger a Pain of Salvation. En este momento el festival llegó a su máxima asistencia, con unas 600 personas congregadas en la plaza de toros.

Era el momento para que salieran a escena Daniel Gildenlöw y los suyos para presentar en España los temas de “Scarsick”, su último y exitoso disco. Decir que Pain of Salvation son uno de los grupos más interesantes de los últimos tiempos no es decir nada nuevo: desde hace mucho tiempo ya llevan sacando discos que dan muchas vueltas a grupos más asentados del género, y ganando seguidores allí a donde pasan. Podríamos decir que Pain of Salvation son en estos momentos el grupo estandarte del progresivo más inteligente, elegante e innovador, y salieron al escenario para demostrarlo.

Scarsick, tema que abre su último disco, fue la elegida para abrir a su vez el concierto. Sin concesiones, sin empezar sonando mal, nada de nada: este grupo en directo es potente y directo, sin fisuras. A pesar de que la garganta de Daniel estaba afectada, intentó dar lo máximo en todo momento, dejándonos flipado a más de uno. Iban cayendo canciones y daba igual, clavaba todo, acompañado siempre de un grupo en un estado de forma magnífico, que seguramente disfrutarían del concierto más que cualquiera de los asistentes, puesto que después de Minnuendö les quedaban tres conciertos antes de que Johan Langell abandonara la formación, lo que hacía este final de gira un momento bastante importante a la vez que emotivo para el grupo.

Posiblemente esto haya supuesto una motivación extra, que se notó en todo momento, con la banda entregada totalmente al público y a un espectáculo impresionante, donde no hizo falta un juego de luces increíble ni una pantalla gigante, ya que ellos supieron muy bien cómo hacer brillar la música en una noche que tuvo dos momentos álgidos: la interpretación de “Disco Quee”n, que volvió loco a todo el mundo, y la no menos increíble “Undertow”, que puso al público patas arriba con la forma en la que la tocan en directo.

Finalmente, tras una hora y veinte de concierto y habiendo pasado por todos sus discos, el grupo se retiró del escenario. Concierto corto motivado por los problemas de Daniel, aunque luego compensaran esta carencia bajando donde el público y tirándose más de una hora firmando y sacándose fotos. Excelentes personas todos, por cierto, no dejaron de bromear en todo el rato y hablaron de todo con todos los que se acercaron, y no se negaron a una sola foto. Fue una buena forma de cerrar una noche memorable, aunque muchos lo habríamos cambiado por otros tres cuartos de hora de concierto, pero qué se le va a hacer.

Habría que añadir que el sonido a lo largo de todos los conciertos fue magnífico y que la organización atendió de maravilla tanto a los grupos como a los asistentes, por lo que la impresión que nos dejó el festival fue buenísima. Todo estuvo muy bien montado, y se notó la experiencia que dan varios años organizando este tipo de eventos, sin contar los conciertos que consiguen entre medias, haciendo que Minnuendö sea una asociación que promueve iniciativas muy interesantes y escasas en este país, como es organizar un concierto más por el placer de la música que por obtener beneficio propio. Habrá que seguirles la pista, y sobre todo esperaremos con ganas la quinta edición del Minnuendö Prog Fest, donde seguro encontraremos otro cartel tan interesante como el de este año.