MACHINE HEAD + BRING ME THE HORIZON + DEVILDRIVER + DARKEST HOUR
Siete años que habían pasado desde la última gira de MACHINE HEAD por salas en España, cuando en 2004 hicieron un segundo tramo europeo para presentar ‘Through The Ashes of Empires’. En realidad, habían sacado el año anterior el disco en Europa y girado por aquí, y debido a su problema con Roadrunner, el álbum vio la luz meses después en EEUU, por lo que aprovecharon para volver por estas tierras. Desde entonces, presencias en festivales (arrasando en Electric Weekend, primer Sonisphere de Barcelona, y apariciones esporádicas en grandes recintos con Slipknot), pero la gira propia de ‘The Blackening’ no pasó por aquí en ningún momento; y eso que estuvieron más de tres años presentándolo…
Por eso había ganas del grupo, y así se entiende el aspecto que presentaba La Riviera, con pocos huecos y prácticamente llena (desconozco si finalmente hubo sold-out, pero cerca tuvo que estar). Además, el paquete de grupos era bastante atractivo comparado con otras veces: el fenómeno entre adolescentes BRING ME THE HORIZON (petición del propio Flynn), DEVILDRIVER y DARKEST HOUR. Estos últimos se encargaban de abrir con ya un buen puñado gente dentro… para mi sorpresa. Porque el inconveniente de tener un cartel de cuatro grupos entre semana es que la velada tiene que empezar bien temprano, así que al quinteto de Washington le tocó abrir a las seis y media de la tarde; dicho sea de paso, los horarios fueron de lo más puntual que he visto en mucho tiempo.
Sin mucho tiempo, con gente entrando y con un sonido bastante más bajo que el resto, se puede decir que DARKEST HOUR cumplieron. Echaron ganas, a pesar de no tener mucho espacio en el escenario, y se centraron en el disco que han sacado este año, ‘The Human Romance’, destacando ‘The World Engulfed in Flames’, con la que empezaron, y ‘Love as a Weapon’, sin apenas concesión al pasado más que dos o tres temas anteriores, omitiendo (de manera casi obligada) sus trabajos más pasados. Al menos consiguieron ser el telonero que gozó de un sonido más nítido.
DEVILDRIVER también traía nuevo disco bajo el brazo, ‘Beast’. Estos días también se hablaba de Dez Fafara por la vuelta confirmada y anunciada de COAL CHAMBER para unos conciertos en Australia en 2012; una sorpresa relativa, que veremos qué tal se da. De momento, su lado más agresivo sigue intacto, y lo demostró a pesar de que el sonido no acompañara. ‘End of the Line’ fue el pistoletazo de salida a una especie de grandes éxitos reducidos que repasaron bastante bien la carrera del grupo. ‘Dead to Rights’ y ‘You Make me Sick’ continúan en su última obra la senda marcada con anteriores trabajos; con temas como ‘Not All Who Wander Are Lost’ el público se empezó a animar para amagar con circlepits y wall of deaths varios que no llegaban a consumarse del todo. El plato fuerte lo dejaron para el final, con ‘I Could Care Less’ de su debut (una pena que se dejaran en el tintero ‘Nothing’s Wront?’) y ‘Clouds Over California’. Quién sabe si la próxima vez que veamos al bueno de Dez por aquí es con su anterior grupo…
Llegado el turno de BRING ME THE HORIZON, tenía el temor de que pasara por aquí algo parecido a lo ocurrido en Helsinki y alguna otra fecha, a modo de incidente del grupo con algún gilipollas del público (no tienen otro nombre los que se dedican a insultar, tirar cosas e intentar reventar la actuación de un grupo). Pero no, aquí todo el mundo estuvo más o menos civilizado, y la actuación de Sheffield transcurrió sin problemas, empezando con ‘Diamonds Aren’t Forever’; mitad de set para su segundo álbum, y la otra mitad para ‘There Is A Hell, Believe Me I"ve Seen It. There Is A Heaven, Let"s Keep It A Secret’. A pesar de que el sonido no acompañó ni en la citada aperture ni en ‘Alligator Blood’, mejoró algo con ‘Fuck’, con Jona espectacular en los coros; a todo esto, seguía con la muñequera en su brazo izquierdo por el altercado de Finlandia, pero no fue impedimento para darlo todo en el escenario.
En muchos momentos se notaba que no era su público, y que la mayor parte de los allí presentes estaba esperando el plato fuerte. Aún así no dejaron mal sabor de boca a pesar de las trabas; compenetrados en sus movimientos y saltos, y con un juego de luces que daba su juego con los paneles de focos (y sobre todo con el bombo de la batería de Matt Nicholls), la energía que desprenden está personificada en Ollie Sykes, que no paraba de ir de un lado a otro del escenario, cogiendo en muchos momentos el pie de micro para llevarlo al público y que cantara. El principio de ‘Sleep With One Eye Open’ con ese ‘fuck you’ fue uno de los mejores momentos antes de adentrarse en el caos sonoro que viene después, continuado en ‘Football Season is Over’. Bajaron por un momento la intensidad en ‘Blessed With a Curse’, antes de volver a la carga con ‘It Never Ends’ y ‘Chelsea Smile’. Les irá mejor la próxima vez si vienen en su propia gira.
Ya con la sala prácticamente llena, y puntuales a las nueve y media, luces fuera e intro de ‘I Am Hell’, que abre ‘Unto the Locust’, con la que entra todo el grupo para empezar con los primeros guitarrazos de la noche; tal como indica su título, aquello parecía un infierno con las luces rojas brillando intensamente, antes de que Robb Flynn preguntara a la capital si estaba preparada. Como así fue, llegó la locura con una apertura rozando los diez minutos, antes de continuarla con ‘Be Still And Know’; y siguiendo con el tema luces, puntazo a favor el de esos focos amarillos en la parte baja de los laterales que iluminaban gran parte de la parte delantera de la sala mientras el grupo cantaba “… and the sun will rise”. Pequeños detalles, que algunos considerarán incluso tontos, pero que se agradecen, más con grupos que no necesitan grandes alardes para dar conciertazos, como es el caso.
La locura se incrementó mucho más con ‘Imperium’, que ya se puede decir que se ha convertido en un clásico en la carrera del grupo, cobrando protagonismo los dos paneles del escenario proyectando la portada de ‘Through The Ashes of Empires’ (en realidad, el único tema del disco presente esta noche). Sin espacio para descansar, el bombo de Dave McClain (un animal durante todo el concierto) alentó las palmas del público para atacar ‘Beautiful Mourning’. Con solo cuatro temas ya se podían ir sacando alguna conclusión, como que el público ya se había movido más en este tiempo que con las otras tres bandas juntas, y que la entrega era recíproca, con un grupo bastante concienciado para salir a triunfar. Una parada merecida vino antes de ‘The Blood, the Sweat, the Tears’, y de hecho empezaron a repetirse en temas posteriores. Por un momento Flynn me recordó a la intro de ‘Hellalive’ de ‘Crashing Around You’ a la hora de presentar ‘Locust’, que si bien era la canción que menos me gustaba de su último disco, en directo gana muchísimos enteros.
Tras ella, nueva pausa, intro de ‘This is the End’ con el logo del grupo en las pantallas, y vuelta a tocar, posiblemente el tema más complicado de llevar a directo de ‘Unto The Locust’ por los registros tan altos de voz, de los que se encargaba Adam Duce; tanto él como Phil Demmell han cobrado protagonismo desde la salida de ‘The Blackening’ a la hora de hacer coros en los conciertos, cosa que personalmente agradezco, ya que tengo predilección por los grupos donde no solo cante el que se supone que es el vocalista. Una breve retirada del escenario dejaría a Flynn solo para iniciar ‘Aesthetics of Hate’, dedicada a Dimebag Darrell tanto al principio (bien sabido es que fue escrita tras leer un artículo sobre su muerte que le cabreó bastante), como al final, con la silueta del guitarrista proyectada; en ese momento pasó por mi cabeza el tema del robo de las guitarras de Flynn hace meses, entre las que se encontraba una del mítico fundador de PANTERA. En ese momento, por fin viajamos en el tiempo a 1994 para disfrutar de ‘Old’, la representante de ‘Burn My Eyes’ junto a la inevitable que cerraría aquella noche.
Robb se quedaría entonces solo con la guitarra acústica para ‘Darkness Within’, previo baño de masas ante los gritos del público; en algunos frontman quedan soberbio, pero aquí se nota agradecimiento y satisfacción en su cara. Además, cuando ves a un grupo pasarlo bien sobre el escenario, se transmite de tal manera al público que hace que lo pase aún mejor, y así ocurrió. Este medio tiempo fue una especie de descanso, alargado a su final con los coros del público (muy al estilo de METALLICA con ‘The Memory Remains’), antes de retirarse (otra vez)… y que sonara de fondo ‘Declaration’ mientras las pantallas esta vez mostraban el logo de ‘Supercharger’ con los rayos cargando, y Flynn iniciando una acertadísima ‘Bulldozer’, que convirtió la sala en una fiesta de saltos, embruteciéndose más con ‘Ten Ton Hammer’, el punto y seguido de su algo más de hora y media de actuación. A modo negativo, las interrupciones cortaron el ritmo en algún momento, pero sobre todo se echó en falta un sonido mejor, ya que de lo alto que se escuchaba saturaba demasiado.
Aquí la parada fue algo más prolongada, saliendo a escena los típicos ‘oe oe oe’ del público, que a veces llegan a cansar… pero no al líder de MACHINE HEAD, que salió acompañándolos con las notas de su guitarra. Tras pararlos y preguntar si nos queríamos ir ya a dormir con un vaso de leche caliente, empezó ‘Halo’, a la que se unieron los ‘oe oe oe’ de nuevo, camuflando algo su comienzo, pero sin ensombrecerla para nada; otra de las que se ha convertido en himno por méritos propios por su calidad y lo completa que es, teniendo hueco en sus nueve minutos partes lentas, rápidas, solos alternos de Flynn con Demmell, y terminando de manera épica. La intensidad de ese final es la intro perfecta para el colofón que pone ‘Davidian’. “Madrid, do you feel free? Then look in my eyes… Let freedom ring with a shotgun blast”, y no hace falta decir más para que se forme el mayor circlepit de la noche, dado que no quedaba mucho para terminar.
Una vez finalizado, es lo de siempre, mucha gente se centra más en recordar los temas que han faltado en la actuación antes que disfrutar los sí presentes. Pero es que MACHINE HEAD tienen ya siete discos, y no tiene que ser tarea fácil hacer un set; y menos aún contentar a todo el mundo. Además, si presentan un disco nuevo, lo lógico es que se centren en él, y así lo hicieron, con cinco cortes de ‘Unto The Locust’; si eso ocupa ya más de media hora, implica que no hay mucho más espacio para el resto, teniendo en cuenta que hay canciones emblemáticas que no estaría bien visto que dejaran de tocar. Si a eso se añade que seguramente lo que más llene al grupo es tocar lo que han compuesto juntos tras la llegada de Phil… se puede entender mejor la selección de canciones. En definitiva, una descarga entregada y agradecida, que esperemos que no tarden en repetir, ya sea en festivales o salas. Y a mí nadie me quita de la cabeza que en poco más de dos años hagan una gira para conmemorar el vigésimo aniversario de su primer disco. Ya se verá.
- I Am Hell (Sonata in C#)
- Be Still and Know
- Imperium
- Beautiful Mourning
- The Blood, the Sweat, the Tears
- Locust
- This Is the End
- Aesthetics of Hate
- Old
- Darkness Within
- Bulldozer
- Ten Ton Hammer
- Halo
- Davidian
Varo ( varo@themetalcircus.com ) / Fotos: Javier Bragado
Promotor:Last Tour International
Asistentes:2.00
Día:16/11/2011
Hora:18:30
Sala:La Riviera
Ciudad:Madrid
Puntuación:9
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