LUPE VILLAR (SANGTRAÏT)

Segundo concierto de presentación del notable disco de versiones heavy en catalán “Kcor d rock”, y la verdad es que a lo grande. La coqueta sala Luz de Gas se vistió de gala para que nostálgicos de Sangtraït y fans convencidos del nuevo disco desafiaran la lluvia y se acercaran a las “High Lands” barcelonesas. Luz de Gas el una sala ideal para tomarte una copa, y cuando digo una lo digo con toda la intención: 7€ la cerveza.

A pesar de celebrar que la sala no esté en crisis, en cuanto a sonido, zona de fumadores y visión del evento, es excepcional. No hubo un lleno rotundo debido a que tampoco había sido excesivamente publicitado (recordemos que la entrada era gratis) y así todo se disfrutó de forma cómoda.

Tras 10 minutos de espera a la hora prevista Lupe tomó el escenario junto con los cada vez más buenos Dragonslayer, buena gente y con gran nivel, especialmente su “nuevo” cantante, pues ya no es tan nuevo. Sergio Márquez encadenó versiones del “Highway to Hell” y el “Fool for Your Loving No More” de Whitesnake. Gran adaptación vocal a las tesituras de ambos temas y con toda la banda con la sonrisa dibujada en sus labios. Entró también Jordi Armengol, notable guitarrista y productor del disco que iría haciendo apariciones a lo largo de la velada.

Lupe hizo su primer parlamento, se la vio algo tímida y poco acostumbrada a las parrafadas, pero feliz. Siguió la versión de Van Halen rebautizada como “No puc deixar d»estimar-te” y ya con el público plenamente metido de lleno. El primer punto de inflexión lo puso “Les creus vermelles” de Sangtraït, temazo que ya venían tocando Dragonslayer desde sus inicios y que contó con la presencia del totémico Papa Juls y entrañable Martín Rodríguez, siempre pegado a su barba blanca. Ambos miembros de la más grande banda de heavy metal que haya parido Cataluña: Sangtraït.

Entró Víctor Estévez, cantante conocido por haber llegado lejos en Operación Triunfo. A pesar de las reticencias que la gente pueda tener contra él por su paso por el aborrecible concurso, que se aguanta porque un tío con gafas insulta a adolescentes, el chico es un cantante espectacular. En su día no convenció por esa versión de Europe pero cantando deslumbra y tiene un pasado heavy metal y un background innegable. Cayeron bajo su voz una adaptación del “Nothing Else Matters” de Metallica y un dueto genial con Sergio en otra adaptación de Linkin Park.

La otra dosis de Sangtraït era precisamente de uno de los temas más netamente metal que hayan compuesto nunca: “El guerrer”, sencillamente espectacular, justo lo que la gente esperaba. Como siempre destacar el gran trabajo del “Furas” en las seis cuerdas, todo un máquina. Una sorpresa que servidor no esperaba fue la aparición de Joanjo, excantante de la otra gran banda catalana: Áspid, que tristemente decidieron poner fin a su carrera cuando parecía que tenían el line up perfecto.

La verdad es que se me hace imposible destacar un cantante sobre otro pues todos brillaron. Joanjo estuvo genial en su versión de “No One Like You”, clasicazo de los Scorpions. Le siguió otro clásico de los de la Jonquera: “Mai pots ser tu”, otra maravilla del disco “L»últim Segell”. El último en hacer entrada fue Ramón Ramos, cantante semidesconocido pero más que competente. Su adaptación de “The Trooper” quizá fue lo más flojo de la noche, pues la cantó excesivamente aguda, pero se desquitó con la rebautizada “Babilonia” (“The Beast and the Harlot” de Avenged Sevenfold).

En “Fortadora d»ànimes” de Sangtraït ya salió toda la gente, hasta la corista Jeanette Porter que también participa en el disco, una gozada con 12 personas sobre el escenario. Y ya en los bises el “I Want It All” de Queen que les quedó excelsa y, cómo era de esperar, hubo uno de los clásicos speeches del bueno de Papa Juls. Tras su cachonda perorata atacó su armónica para terminar con la célebre introducción de “El vol de l»home Ocell”, auténtico clasicazo de la música popular catalana. Con cada cantante metiendo su estrofa y poniendo un fin de fiesta inmejorable aunque algo precipitado.

Sólo hora y cuarto de concierto nos dejó con ganas de mucho más, con ganas de que vuelvan Sangtraït y de que su relevo podrían ser perfectamente Dragonslayer. Cuando uno ve tanta calidad a las voces de los intérpretes se pregunta si manteniendo esta formación podrían atreverse con una ópera rock. Proyecto ambicioso sí, pero el vacío que hay en el heavy catalán viene de ya hace mucho tiempo. Quizá levantarlo sea difícil, ¿pero algún día y alguien deberá hacerlo no?, o si más no intentarlo.