KOBETASONIK
KOBETASONIC 2009 – LA CONSOLIDACIÓN (Zelig)
Gran festival. Quizá nunca se volverá a conseguir el deslumbrante cartel que vivimos el pasado año con Kiss y Judas Priest capitaneando un elenco de bandas espectacular, pero no importa, el tema era conseguir la consolidación y mejorar todos los muchos aspectos negativos que suele acarrear el bautismo de fuego de un festival de esta magnitud. Se mantuvo el mismo recinto, vino menos gente, pero se estuvo genial y la organización dio muestras de reacción y profesionalidad cuando debían hacerlo. La mejora más importante fue la oferta gastronómica, pues será difícil olvidar el insulto recibido en la anterior edición en la que sirvieron bazofia a precio de oro y lo llamaron comida. Esta vez la oferta fue amplia, a precios correctos y sabrosa. Y es que si en Euskadi se come mal apaga y vámonos.
La zona de acampada estuvo muy mejorada, nunca hubieron colas, másquinas de tabaco, zona de relax a lo minigolf (la misma del Sonisphere y del Azkena) y cajeros. Lo que hace realmente grande un festival es el factor clave de conseguir que los asistentes se sientan cómodos y no deban padecer agobios ni esperas. Los dos escenarios perfectos y los problemas de sonidos fueron escasos, otro factor imprescindible. Y otro gran detalle que debemos aplaudir, el barrizal inicial acaecido el viernes fue rápidamente solventado con paja. Se reaccionó rápido y bien.
VIERNES 19 DE JUNIO
DEVILDRIVER 7,5/10 CON HAMBRE Y GANAS (Lola Hierro)
Es la banda de Dez Fafara (ex Coal Chamber), uno de los tipos con los tatuajes más feos que he visto en mi vida. Cuestiones estéticas aparte, la banda salió a comérselo todo con un estilo que discurre entre el Thrash y el Metalcore, según les dé. La band salió con ganas de merendarse al personal, o por lo menos eso es lo que debía querer el propio Fafara, quien, bastant entregado en todo momento, no dejó de exaltar al público para que formaran pits, cosa que no siempre consiguió. La actuación fue constante por parte del resto de la banda, situados más en un segundo plano. Cayeron temas como “I could care less” y “The end of the line”, pero desde luego con el que más se disfrutó fue con el “Hold back the day”, de su primer disco, un trallazo que nos puso a todos a dar botes como locos. Teniendo en cuenta que en un festival, a las 3 de la tarde y con poco tiempo para tocar, para probar sonido, etc, creo que Devildriver sí que pueden dar mucho más. Me he quedado con ganas de verles tocar en una sala. A ver si se animan a venir.
HOT LEG – POSE DE ROCK STAR 7/10 (Zelig)
Divertidos sería la adjetivación más evidente para definir al combo de Justin Hawkins, al que conseguía ver por vez primera. Puede que su disco debut tenga mucho de The Darkness, pero no llega al nivel de calidad de los discos de su banda madre, hoy en día extinta. Por cierto, no cayó ningún corte de los Darkness, algo que suelen reservar normalmente para los bises. Justin es toda una rock star de pies a cabeza, y centrándonos en los pies, vimos que el chico llevaba una especie de bota de ski, por lo que nos preguntamos si estaba lesionado o le encanta darle mucha cancha al factor visual (tiene que ser incómodo a más no poder). Su guitarrista que le acompaña es capaz de meter unos agudos incluso superiores a los de Hawkins, así que consiguen un estilo y una personalidad casi única. A destacar la genial “Chikens”, todo un temazo, pero también dinamita de la talla de “Prima Donna” o “I ve Met Jesus”. Hawkins abusó en sobremanera de hacer cantar al público, algo cansino y más cuando sólo dispones de una hora para demostrar toda tu valía sobre un escenario. Concierto a medio gas que nos hace añorar, y mucho, a los grandiosos Darkness. Hot Leg son más para disfrute en salas pequeñas.
CATHEDRAL (Lola Hierro)
Banda en la que canta un antiguo miembro de Napalm Death, Lee Dorrian, y que para muchos es de culto pero que, a juzgar por la cantidad de asistentes que fueron a verles, no suscitó un gran interés en el Kobetasonik. Con un sonido Doom muy oscuro, un poco al estilo de Black Sabbath pero más pesados y rotundos, esta formación dio una de las actuaciones más frías de todo el fin de semana por culpa, creo que en gran parte, del propio Lee, a quien no se le veía muy a gusto sobre el escenario; parecía aburrido de estar allí y además tampoco hizo muchos esfuerzos para cantar decentemente, quedándose a un nivel exiguo. Tocaron algunos temas que sonaron atractivos pero los alternaron con otros verdaderamente soporíferos Por otra parte, el sonido de las guitarras también empañó bastante un concierto que pasó sin pena ni gloria.
CRADLE OF FILTH 7/10 VAMPIROS DIURNOS (Zelig)
Como viene siendo habitual en los festivales Cradle of Filth actuaban a pleno sol a pesar que todos sabemos que a los vampiros les va la noche. Es una lástima pues parece que estemos destinados a no poder disfrutar de Dani Filth en la nocturnidad. A pesar de la diurnidad, el sonido no fue la habitual bola sónica que suelen perpetrar y, quizá por vez primera en muchos años, pude ver un show de Cradle con un sonido más que aceptable. Sus muchos matices musicales eran apreciables, y eso ya es de mucho agradecer, a pesar de que siguen tirando mucho de samplers. Traían un buen disco bajo el brazo del que sólo hicieron sonar “Shat Out of Hell” y “Honey and Sulphur”, demostrando que hacía años que no conseguían un trabajo tan prometedor. Antes de los temas dedicados a “Barabazul” (Pilles de Rais) dejaron caer esa joya llamada “Disk and Her Embrace”, adornada por la corista teclista que se combinó a la perfección con Dani. No es Sarah Jezabel, pero de verdad que cumple su papel a la perfección. Caerían también “Guilded Cunt”, “Nymphetamine” y otra de sus joyas: “The Principle of Evil Made Flesh”. “Her Ghost in the Fog” sería un cierre excelente a lo ofrecido. Visualmente estaban matadores y musicalmente convencieron ampliamente a sus seguidores muy a pesar de la hora. Quizá eché de menos muchos de sus grandes himnos, pero bueno, una horita tampoco da para mucho. Cabe añadir que se notó que no eran precisamente una banda muy esperada por el público asistente y la indiferencia reinó durante todo su set..
TRIVIUM 7″5/10 IOGURINES ASCENDENTES (Lola Hierro)
No veía a esta banda desde aquella primera vez que vinieron a España junto a Still Remains en el Roadrunner Roadrage Tour. Por entonces me parecieron unos chavalucos muy buenos y espabilados. En el Kobetasonik me volví a encontrar frente a frente con ellos y me encontré con una formación igual de buena y espabilada pero también mucho más madura y experimentada. Bien por ellos, que lo dieron todo sobre el escenario y conectaron con el público desde el primer instante con una mezcla de buen rollo en lo personal –sobre todo de su vocalista, Matt Heafy, que estuvo muy comunicativo- y una descarga de rabia y energía en lo música. . Venían para presentar su último trabajo, “Shogun”, y de él incluyeron algún tema que fue bastante bien recibido, aunque la banda se centro más en sus primeros trabajos y no faltaron otros cañonazos como “Rain”, “Like light to Flies”, ambos de aquel laureado “Ascendancy” o la que ya se ha convertido en un clásico: “Anthem (We are the fire” de su anterior Lp “The Crusade”.
JOURNEY 9/10 LOS TRIUNFADORES DEL FESTIVAL (Zelig)
Grandiosos, así de claro. Cuantas bandas deberían aprender de Journey, lejos de sus tiempos dorados, de sus momentos de gloria absoluta y sin su cantante titular, pero a pesar de ello sentando cátedra en cada concierto. Personalmente era mi primera experiencia Journey y las ganas eran absolutas, evidentemente, pero es igual, mi fanatismo no nubla mi humilde opinión: se salieron. Las dudas sobre si Arnel Pineda está al nivel de Perry, Augeri o Scout Soto queda contestado en la inicial “Separate Ways”, uno de esos himnos definitivos de la banda y del rock por extensión. La banda se muestra siempre sonriente, a gusto, con un sonidazo que quedaría empañado en el momento en que Deen Castronovo empezó a cantar y apenas le oímos, pero todo es perdonable cuando el grupo descarga “Stone in Love”, “Rubicon” o “Ask the Lonely”. El público estaba entregadísimo, cantando las letras y la comunión entre banda y gente es de esas de las soñadas, de las que poco se dan en festivales. Siguen con “Change for the Better” y “Edge of the Blade” y Neal Schon demuestra su carisma y sus dotes de excelente guitarrista, toda una personalidad sobre las tablas. Uno de los momentos mágicos y una prueba de fuego era el “Wheel in the Sky”, y la verdad es que el filipino dejó a todo el mundo con la boca abierta. “Chain Reaction”, “One More” y “Wildest Dream” continuarían una fiesta AOR capaz de convencer hasta los más acérrimos fans de Manson, Gojira o Cradle. Ya en la recta final caerían las imprescindibles “Faithfully”, la gloriosa “Dont Stop Believin” y la fiesta y desparrame que supone “Any Way You Want It”. Poco hay que añadir a la elegancia y clase de esta gente. Es una lástima que en España no llenen estadios a rebosar, pero así son las cosas. Cualquier fan de Journey saldría más acérrimo si cabe y mucho desconocedor del grupo quedaría en shock tras el mágico “viaje”al que nos sometieron Schon y compañía. El único pero, aparte del fallo en el micro del batería, el que el show se hiciera tan corto.
MACHINE HEAD 8/10 ENTONADOS Y AGRESIVOS (Lola Hierro)
Es un poco radical pero de entrada ya digo que fue una de las mejores bandas de un festival en el que durante todo el tiempo tuve la sensación de que los grupos –salvo contadas excepciones- estaban todos a medio gas. Machine Head no. Fueron intensos, salvajes, atroces… una brutalidad. Rob Flynn sudaba Metal por todos los poros y demostró una actitud ejemplar, incitando constantemente a un público que no paró de botar de pogo en pogo. Machine Head fue como una bomba de relojería que estalló en el Kobetasonik y se llevó por delante todo lo que encontró. En medio de un volumen ensordecedor, los americanos volvieron loco al personal con cortes tales como “Imperium”, que es con la que empezaron, “Bulldozer”, “Old”, “Beautiful Morning”, “Ten Tom Hammer”, “Halo” o la archiconocida “Davidian”, con la que pusieron punto y final a su actuación. En definitiva, un concierto colosal que espero sea igual o si se puede mejor cuando vuelvan teloneando a Metallica. Muy recomendables.
MARILYN MANSON 2/10 LA GRAN DECEPCIÓN (Zelig)
¿Qué nos queda de aquel provocador irreverente y hasta inteligente que animó la escena con musical con tres enormes discos a mediados de los 90? Provocación, espectacularidad, carisma… parece que la vida Hollywoodiense y ser una celebridad más termina por hacer perder la identidad, pues Manson es hoy en día una sombra de lo que fue. Su pasado concierto en su anterior gira no fue nada del otro jueves, pero si lo comparamos con lo perpetrado en el monte Kobeta es gloria bandita. El show no duró más de hora y diez minutos, los efectos visuales los justos, un set list poco centrado en sus grandes obras y la desgana del personaje absoluta. Pocas veces he visto yo un concierto tan flojo. Cierto que no fue recibido con coros y vítores y sí por un ambiente algo hostil, pero aquí está la gracia, crecerte e intentar convencer, pues si alguien es capaz de dejarte con la boca abierta es… digo… era… Marilyn Manson.
El inicio con “Four Rusted Horses”, “Pretty As a Swástica” y “Disposable Teens” prometían pero evidenciaban que el reverendo salía a empatar. Lo que siguió fue a peor. El hecho de ver a una asistenta maquilladora con un secador en mano atendiendo al anticristo era de absoluta risa. A eso hay que sumarle parones muy largos y un tedio reinante entre el público. Los efectos visuales corrieron a cargo de un foco que le iluminaba y una jaula realmente lograda y espectacular, pero nada más. Los bises de compromiso fueron “Sweet Dreams/Rock and Roll Níger” y la aclamada “The Beautiful People” pero la cosa no daba para más. Es una lástima pues esta vez le volvíamos a ver con Twiggy Ramírez de vuelta. Un show impropio de un cabeza de cartel. Esperemos que en su próxima gira Manson vuelva a mostrarnos su mejor cara, la espectacular, peligrosa y abrumadora. Crucemos los dedos, pues estoy seguro que perdió a más de un fan.
SUICIDAL TENDENCIES 7/10 PURA ACTITUD EN HORA DE CIERRE (Zelig)
Para Mike Muir los años nunca pasan. La gente desfilaba y huía en masa pero él y sus chicos tenían ganas de liarla y demostrar quienes son y lo que representan. Su show en el ya lejano festival Machina fue para enmarcar, si bien esta vez tampoco gozaron de un sonido muy espectacular. Lo suplieron a base de ganas y buena música abriendo con su mayor himno: “You Cant Bring Me Down”. La olla hervía, los saltos se sucedían y la única lástima es que fuéramos tan pocos los que aguantamos hasta tan tarde para verles cerrar el primer día de festi. Espectacular el “Send Me Your Money”, “We Are Family” o “Possessed to Skate” y locura total en “Pledge Your Allegiance” con invasión de escenario incluida. Hubo antes un buen solo de batería, y es que tocar en los Suicidal es toda una garantía, que se lo digan sino a Rob Trujillo o a Jimmy DeGrasso, la de puertas que les abrió… Estaba claro que debían liarla si querían despertar a la adormecida y cansada audiencia, y de veras que lo consiguieron. Es difícil salir a esas horas y convencer pues debes dar algo más de tu 100%. A pesar de la entrega ni fue el set list soñado ni el sonido fue ninguna maravilla. Buen cierre para el primer día.
Texto: Jordi Zelig Tàrrega y Lola Hierro - Fotos: Lola Hierro
Promotor:Last Tour International
Asistentes:8000
Día:19/06/2009
Hora:12:00
Sala:Monte Kobetas
Ciudad:Bilbao
Teloneros:Mötley Crue, Marylin Manson, Machine Head...
Festival:1
Puntuación:7
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