HELL IS FOR HEROES + NOTHINK

Llegado el otoño, vuelve la época fuerte de conciertos, tras festivales veraniegos multitudinarios y sequía posterior. También es el momento de empezar nuevas andaduras, como es el caso de The Music, una nueva promotora, que como carta de presentación traía a HELL IS FOR HEROES a Madrid, haciéndose acompañar por los locales NOTHINK, que como anunciarían posteriormente, cerrarían la gira de ‘Spotlights’ al menos en la capital.

Con una sala ocupando aproximadamente dos tercios de su capacidad, el grupo liderado por Juan Blas salía a escena con su habitual intro, ‘The Red Carpet’, seguida por ‘Welcome to Hill Valley’ y ‘Kill!,Kill!!,Genocide’, exactamente igual que toda la gira que les ha llevado por toda España durante más de un año, con ‘Spotlights’, a mi juicio uno de los mejores (o el mejor) disco de rock del pasado 2007.

Han sido muchas las fechas del trío madrileño, con especial recuerdo abriendo uno de los días del Electric Fest de este año ante miles de personas. Y a cada concierto, se muestran más seguros y maduros sobre el escenario, sabedores de su potencial y de la calidad de su última obra. De hecho, esa noche, en la algo menos de una hora, solo tocaron dos temas de ‘Bipolar Age’, ‘Mr. Smile’ y ‘Starting Days With The Right Foot’.

Espectaculares resultaron ‘Crows of Tragedy ST’ y ‘Enemy´s Meeting-Point’, tornándose la actuación más íntima para ‘The Skyline’. A continuación, para ‘Polaroids’, Juan pidió al público la grabación del tema ya fuera con cámaras o móviles para intentar hacer un montaje multicámara en el futuro; y es que las novedades tecnológicas hay que aprovecharlas. No es de extrañar viniendo de ellos, ya que su sello, Aloud Music, puso todo su catálogo recientemente en la red para disfrute de todo el mundo (incluso muchos discos ya se hicieron con anterioridad). Entre los discursos del grupo durante su concierto, no faltaron los agradecimientos a HELL IS FOR HEROES, y al público madrileño, aunque dejando una mala noticia, y es su desaparición momentánea de los escenarios tras sus actuaciones pendientes… eso sí, para preparar el mejor disco posible. Habrá que estar atentos, porque si han dado que hablar hasta ahora, el futuro que les espera solo puede ser mejor. Cerraron su set con ‘Mexican Believer’, de manera perfecta, y acrobática, con Juan subido a los hombros de Miguel mientras este seguía tocando la batería, ante la mirada de Aleks. Desde aquí, la mejor de la suerte para ellos.

De manera muy sobria empezaba su actuación HELL IS FOR HEROES. Lo reconozco: su debut me encantó hace cinco años, su segunda obra me pareció algo floja, y su última entrega homónima me dejó muy frío. El caso es que no pude verlos en su momento, y esta era una muy buena ocasión para enmendar tal error. De golpe y plumazo, y con solo tres temas, cambió por completo mi concepto de la banda de Candem. Y que digo con tres temas, ya solo con ‘Into The Blood’ mi opinión tuvo que rendirse a la evidencia del grupo que tenía delante.

A pesar de que en disco, al menos para mí, fueran perdiendo el encanto, la chispa y la frescura de su debut, la cosa en directo cambia hasta límites insospechados. Muy rockeros y entregados, sobre todo canalizando toda su energía Justin Schlosberg, frontman de los que se te quedan grabados en la memoria. No dudaba en subirse al apoyo de sus teclados para colgarse de la viga superior de la sala, subirse al bombo de la batería, e incluso saltar sobre el público y seguir cantando mientras este lo llevaba por los aires. Hasta dejaba su momento de gloria al resto del grupo, que aún en segundo plano y con menos movilidad, cumplía a la perfección su labor, para cobrar protagonismo en ‘To Die For’, corte instrumental hasta bien cercano el final, donde la música cobraba más protagonismo que su cantante saltarín.

Aún así, aún a pesar de que los temas nuevos sonaran de vicio en directo, la mayor baza del grupo seguían siendo los temas antiguos. Sobre todo en los singles y en los más conocidos. ‘The Neon Handshake’ tuvo una representación más que notable con ‘Out Of Sight’, ‘Night Vision’, su clásica ‘I Can Climb Mountains’, que hizo las delicias del público, y la fiesta que montaron con ‘You Drove Me To It», sobre todo la de unos pocos que siguiendo los pasos de Justin, subieron al escenario para lanzarse al resto de presentes. El punto final de tan intensa actuación vino con ‘Kamichi’, single de su segunda obra, dejando un sabor de boca excelente, dando un concierto para recordar, principalmente por la intensidad de un concierto en una sala pequeña y cercana como es La Boite, y las ganas de que vuelvan por aquí con un nuevo trabajo que presentar… pero sin olvidar sus grandes temas del pasado.