HARDCORE SUPERSTAR

Muchas eran las ganas que teníamos de ver a los Hardcore Superstar, y más viendo los set lists que gastaban para esta gira; pero especialmente para quitarse la espina que supuso el desastre que aconteció en el pasado Azkena Rock. La decepción fue enorme. Se presentaban con Avatar, pero la gira española no termina de funcionar del todo pues incluso han llegado a suspender alguna fecha.

La banda sueca Avatar cuajó una interesante actuación practicando un heavy metal cruzado con influencias del sonido Goteborg. La voz de su líder estaba excesivamente alta pero pudimos apreciar una buena dosis de metal directo y cortante. Ibrahimovic, jugador del Barça, fue uno de los protagonistas involuntarios de la descarga pues eran muchos los músicos y roadies que lucían su camiseta e hicieran referencias a Zlatan. Hay que destacar la variedad de registros vocales de Johannes Eckerström, pero dieron un poco la sensación de ser una banda más, sin nada que aportar más allá de un efectivo directo y muchas ganas.

Quien haya visto a Hardcore Superstar en sus inicios, actuando ante cuatro gatos pero dejándose la piel, viéndoles disfrutar sobre escena, ser absolutamente espontáneos y encandilando a la gente, dudo que disfrute demasiado de esta nueva etapa. Su directo poco o nada tiene que ver con esos tiempos y la huída de Silver Silver sigue siendo un lastre. Vic Zino es un gran guitarrista, cierto, pero ese sleazy rockero ha quedado difuminado.

Pero lo peor de todo fue que no llegarían ni a la hora de directo. ¿Si en Italia tocan 16 cortes, porqué aquí tienen que ser muchos menos? Abrirían con la intro que daría paso a “Beg For It” e “Into Debauchery”. Jocke salió a muerte y la banda estuvo motivada aunque irían de más a menos. “Medicate Me” sería una de las tres visitas a su anterior e irregular obra, aunque el corte sería muy bien recibido por una sala que estaba, no llena, pero con una excelente entrada.

Jocke presentaría “Shades of Greys” aludiendo a que cuando se encontró con Nikki Sixx y le dijo que era su tema favorito del disco. ¿Me lo parece a mí o esta gente se lo está empezando a creer de manera excesiva? Incluso hicieron una visita a bastidores, cosa que repetirían hasta tres veces más. Los cortes del disco “Hardcore Superstar” serían los más bienvenidos. Posiblemente es su disco más exitoso, pero el primero, del que no tocarían ni un tema, es una absoluta obra maestra.

“My Good Reputation” y  “Kick on the Upperclass” fueron todo un regalo, sonaron excepcionalmente bien y mostraron a una banda muy entregada, a pesar de que daba la impresión general de que estaban con el piloto automático puesto. Es indudable la enorme calidad que poseen dichos cortes.

La recta final que precedería a los “bises” era otra tanda de material excepcional. “Bag On Your Head” es todo un himno, pero es que “Wild Boys” también merece el mismo respeto. En el interludio lento Jocke nos hizo agitar los brazos y entonar el estribillo. La contundente “Dreamin in a Casket” es ya otra de las fijas, con ese riff a lo Metallica y con un Viz Zino que curiosamente le daba por variar algunas estrofas y solos. Y luego, la joya de la corona, ese tema absolutamente matador que es “We Dont Celebrate Sundays”. Despilporre generalizado y subidón adrenalínico. La cosa volvía a encenderse y los bises podían dejar el pabellón muy alto.

Pero nada, sonó la música de fondo y se hizo la luz. Muchos nos quedamos con cara de tontos. No habría ningún bis. Ni “Shame”, ni “Liberation”, ni “Someone Special… nada. Quizá las expectativas tengan mucho que ver con todo, pero repito, quien viera a esta banda en sus primeras giras podrá entender el porqué de tamaña decepción.

Hardocre Superstar lo tienen todo para llegar a lo más alto, son una banda excepcional, con imagen, temazos e incluso obras maestras editadas. Pero se les ve acomodados, algo crecidos y aburguesados. No queda rastro de esa banda que le importaba poco si tenía a 10 o a mil personas delante, si la sala era un cuchitril o el escenario principal del Sweden. Una lástima, pues si bien la cosa mejoró el desastre del Azkena, tampoco lució como debería. Y eso que sigo considerándoles una de las mejores bandas de la década.