GLENN HUGHES feat. CHAD SMITH

Hablar de Glenn Hughes no resulta una tarea fácil. Con una
carrera musical que abarca casi 4 décadas, este inglés de cerca de 60 años sigue
al pie del cañón incombustible, inconmensurable, radiante y ajeno a todo aquello
que, musicalmente, no le atañe. A sabiendas de su pasado oscuro repleto de alcohol
y drogas, la lógica nos llevaría a pensar que un tipo como Glenn Hughes perdió
todo tipo de aptitud y credibilidad artística hace ya mucho tiempo, sin embargo,
y echando por tierra todas las teorías formuladas acerca del desgaste físico
provocado por el abuso de ciertas sustancias y la mala vida, Glenn sigue enérgico,
repleto de vitalidad, en buen estado de forma y con una voz portentosa como
pocas, repleta de matices y poseedora de un rango vocal envidiable. 

Glenn Hughes, a sus 53 años, es puro nervio, energía, talento
y vibración. Verle frente a un micrófono cantar, moverse o cabalgar con tal
elegancia y soltura sobre su bajo a la par que sigue el ritmo marcado por la
batería con precisión quirúrgica cual metrónomo se tratase, es digno de la más
grande de todas las reverencias que un músico, en su condición de ser terrenal,
puede aceptar. Con un aspecto físico inmejorable (para la edad que tiene y las
toneladas de droga que se ha metido, lógicamente), Glenn no paró quieto ni un
solo instante, bien fuese para acercarse al resto de músicos en muchas de las
improvisaciones que la banda ejecutó, o bien para soltar su lengua y deleitar
al respetable entre tema y tema con historietas y anécdotas que solo un tipo
de su categoría y su experiencia puede narrar sin que éstas produzcan somnolencia.

Igualmente de curioso resultaba ver la mezcolanza de público
congregado en la acogedora sala Bikini para ver a La Voz del Rock en vivo y
en directo; Desde gente muy joven cuya primera toma de contacto seguramente
debieron ser los últimos y populares trabajos de Glenn tanto con Joe Lynn Turner
como en solitario, hasta tipos a quienes los 40 ya les caían algo lejanos, pasando
por heavies despistados que no sabían muy bien donde se habían metido o inclusive,
gente ajena al rock duro, atraídos por la presencia del batería Chad Smith,
mundialmente conocido por malgastar su talento con los RED HOT CHILI PEPPERS
y principal reclamo para muchos en esta nueva mini-gira del señor Hughes por
la Península Ibérica. De hecho, era tal la admiración de Glenn por Chad que
más de uno debió poner en duda la condición sexual de ambos, y es que no era
para menos; Chad Smith dejó al personal completamente boquiabierto con un repertorio
de técnica, improvisación y pegada que raramente verás en un disco de los R.H.C.P.
Una vez más se demuestra que no siempre el más rápido es el mejor (Tópico al
que suelen agarrarse muchos fans del Heavy Metal, extensible también a los guitarristas…).
Junto a Glenn y Chad, se encontraba el guitarrista J.J. Marsh armado con su
modelo Flying de Gibson y sus pintas de Hippie rezagado  y el fabuloso teclista
Kjelle Haraldson, ambos de origen sueco, que fueron descubiertos por el propio
Hugues cuando estos tocaban en una banda de versiones de DEEP PURPLE en Estocolmo,
ciudad donde Glenn residió una temporada allá por el 93.

Con una trayectoria tan extensa como intachable, la confección
del setlist podría parecer  cuanto menos tarea sacrílega pues muchos iban a
ser los grandes temas de su carrera en quedarse fuera por limitaciones obvias
de tiempo. Personalmente, fue una lástima no poder escuchar nada de aquel gran
"Seventh Star" de BLACK SABBATH donde Glenn Hugues colaboró con su
voz, así como de PHENOMENA, GARY MOORE o el album que sacó con Pat Thrall. Igual
de triste resultó no escuchar nada de ese proyecto con tan buena pinta que los
señores Hughes e Toni Iommi (BLACK SABBATH) acaban de publicar (y del que se
harán presentaciones en vivo por Europa por lo visto).

Con un sonido espectacular, propio y característico de una
sala tan bien equipada acústicamente como lo es la Bikini, los 4 músicos, perdonen,
musicazos, pisaron escenario ante una audiencia que abarrotaba la sala de punta
a punta, abriendo, como era de esperar con "Soul Mover", gran tema
homónimo de su última obra de estudio donde el público con sus coros evidenció
el éxito y aceptación que sobretodo sus 2 últimas obras de estudio están teniendo.
Tras un par de temas más del mismo disco, "Orion" y "Land of
the Livin’ (Wonderland)", llegó el primer plato fuerte de la noche; "Mistreated"
del "Burn" de DEEP PURPLE del 74, en una versión extensa al final
de la cual Glenn hizo uno de las demostraciones vocales más impresionantes que
he visto en mi vida, algo de lo que pueden dar fe todos los allí presentes.
El show prosiguió con un par de temas más de su "Soul Mover" que animaron
lo suficiente al personal justo antes de que se anunciara otro tema de los PURPLE,
de nuevo del disco "Burn"; "Sail Away", quizás no muy conocida
pero igualmente coreada por los incondicionales de Hughes. A modo de presentación
de "Don’t Let me Bleed", Glenn charló discernidamente con el público,
comentando entre otras cosas el origen de la letra de la canción (mala experiencia
de la vida que todos hemos sufrido alguna vez) y explicando lo sucedido la noche
antes en Madrid, donde la banda tuvo que cancelar su show a la hora de actuación
puesto que Glenn se encontraba fatal con serios problemas respiratorios que
le llevaron al hospital incluso). Conociendo este dato, no quiero ni imaginarme
como podría haber sido el show en Barcelona habiendo estado el señor Hughes
a pleno rendimiento. Tras un tramo de show donde guitarrista, teclista y batería
se metieron de pleno en solos y frragmentos instrumentales (con cameo de los
ZEPPELIN incluido y sino recuerdo mal incluso del "Give it Away" de
los RHCP), Glenn Hughes anuncia que va a interpretar una versión de la canción
que le introdujo en la música allá por mitades de la década de los 60’s, el
celebérrimo "A Whiter Shade of Pale" de PROCOL HARUM, una de las canciones
más versionadas de la historia de la música y que estoy más que seguro todos
vosotros habréis escuchado infinidad de veces (De entre los metaleros que se
atrevieron con esa pieza destaca la fantástica versión que hizo Doro Pesch largo
tiempo atrás en sus primeros años en solitario). Tras anunciar su marcha, la
banda al completo volvió para ofrecer un par de temas más; Una versión del "Higher
Ground" de STEVIE WONDER y como no, "Burn", el tema más esperado
de la noche. Durante el resto de la gira Glenn Hughes estuvo interpretando "Seventh
Star" de los SABBATH para cerrar, pero por algún extaño motivo dicho himno
no sonó (Ya puestos, ¡Podría haberla sustituido por "In for the Kill"
o "Danger Zone"!). 

Durante el tramo final del show, Glenn siguió arremetiendo
con sus fastuosos agudos sin embargo, ciertos malabarismos con los que se había
atrevido durante parte del concierto visto hasta el momento, desaparecieron
por arte de magia, algo que posee su lógica; Las cuerdas vocales de un ser humano
no son de uso ilimitado. Blues, Funk, Gospel, Soul, Rock, Heavy Metal… Qué
más dará, este tipo puede absolutamente con todo lo que se le ponga por delante.

Algunos pensarán que siempre estoy soltando el mismo rollo,
pero es que la cosa clama al cielo; Un tipo de casi 60 años está tocando 2 horas
ni más ni menos, entregado en cuerpo y alma, rozando la perfección con una entrega
y una pasión escénica contagiosa, y por si fuera poco, la droga ha convivido
con él durante casi la mitad de su vida. ¿Cuántos de esos grupos consagrados
de jóvenes de 20 y pocos años son capaces de hacer algo similar?… Saquen ustedes
sus propias conclusiones, yo personalmente lo encuentro vergonzoso. Dejémoslo
en que unos son artistas en mayúsculas como la copa de un pino y otros unos
simples fans a los que la suerte les ha sonreído y les ha puesto frente a sus
morros un contrato discográfico, un éxito (seguramente merecido en términos
musicales, nadie lo discute) y unos acérrimos entregados a muerte dispuestos
a tragarse todo lo que les echen desde encima de un escenario (sino que se lo
digan a los fans de GWAR). Por suerte, el tiempo pone a cada cual en su sitio
y mientras muchas de "las jóvenes promesas" desaparecen tan fugazmente
como surgieron, los grandes maestros siguen ahí enseñándole al personal que
esto del Rock es algo más que música; Es un sentimiento.