El teatro de los sueños visitaba Barcelona después del importante punto de inflexión que supone reemplazar a Mike Portnoy. El batería ha sido uno de los capos importantes del grupo junto a Petrucci, y de esta huida ha ganado galones James LaBrie. Todas las miradas estaban puestas sobre un Mike Mangini que demostró estar a la altura de las circunstancias tras un gigantesco set que incluso superaba en envergadura a los de Portnoy. La puesta en escena fue espectacular, con el teclado giratorio de Rudess, tres pantallas de proyección romboide partidas en tres partes, pero, como siempre, si hubo un protagonista en todo el concierto, fue su música.

Antes estuvieron amenizando el cotarro Periphery, una voluntariosa banda que mezcla rock progresivo con crossover. Una apuesta arriesgada que sorprendió en un principio pero que pecó de algo reiterativo. Había tres guitarristas en escena y muchos detalles instrumentales brillantes. Los guitarristas se turnaron solos y el cantante hizo gala de un gran repertorio de voces y tesituras. No llegaron a la hora y su corte final fue el más lucido de todos. Pero la sensación general es que terminaron aburriendo un poco por la excesiva repetición de esquemas. A pesar de ello es innegable que el grupo es bastante original y en lo instrumental rotundo, pero quizá el tema composición es lo más flojo del combo.

He tenido la oportunidad de ver en muchos sitios a esta genial banda y tengo claro que hay que degustarla en un show propio. En festivales pierden muchísimos enteros. Pocas veces fallan, y si lo hacen, suele ser por James LaBrie, quizá el más humano de ellos, pues su voz es más fácil que se desafine que cualquiera de los instrumentos no humanos. Puntualmente, a las 21:40, la banda salía al ritmo de la introduccón “Dream Is Collapsing”. Mucha belleza escénica que desembocó luego en “Bridges in the Sky”. Gran tema para empezar y para demostrar que su nuevo disco es sumamente apreciable, incluso mejor que últimas entregas. La inclusión de “6:00” es todo un regalo para los fans más antiguos. “Awake” es un disco mágico, lástima que en Barcelona no cayera “The Silent Man”. Espectacular ver a John Myung trastear y digitar como un poseso por su mástil. Tras él, Rudess dominaba el espacio con sus teclados gigantes. Luego el grupo atacó uno de los mejores temas de su última obra: “Build Me Up, Break Me Down”. Posiblemente uno de los cortes que sobrevivirá en futuros set lists del grupo. Luego una intensa y preciosa “Sorrounded” supuso una de las grandes ovaciones de la noche.

La labor de Petrucci fue como siempre, sublime, y Mangini, sabedor de que acaparaba todas las miradas, demostró en cada pegada precisa el por qué el grupo lo ha elegido a él. Tras “The Dark Eternal Night”, única referencia a su anterior obra, Mangini hizo el obligado solo de batería. No creo que sea momento de compararle con Portnoy, pero queda más que claro que la banda ha cubierto perfectamente la plaza. Un servidor estuvo encantado de que recuperasen “A Fortune in Lies”, mágico tema con el que muchos les conocimos. Se aprecia en esa composición el espíritu primigenio de los tiempos de Charlie Dominici. Apenas un puñado reconocieron esta mágica composición. Tras “Outcry” se recuperó la esencia del seminal “Images and Words”: “Wait for Sleep”. Muy grande fue también la recuperación de dos interesantísimos cortes de “Six Degrees”: “The Test that Stumped Them All” y “War Inside My Head”. Hay que reconocerle a LaBrie todos los méritos. Lució su garganta y demostró una actitud perfecta como frontman. Uno de los grandes momentos llegó tras la intro de Rudess: “The Spirit Carries On”. Uno de los temas más accesibles y melódicos, pero también una de las más rutilantes baladas de toda su carrera. Piel de gallina…

Sabia decisión la de reservar “Breaking All Illusions”, otro de los cortes del último disco que parece que más números posee para quedar como clásico. Tras la interpretación del corte, vino un único bis, y curiosamente, uno que a un servidor siempre le ha encantado: “As I Am”. Contundente, duro, afilado… Es cuando el grupo jugó a sonar un poco a Metallica, y este tema es posiblemente el que mejor quedó. En Madrid disfrutaron de un “Pull Me Under” espectacular, pero creo sinceramente que “As I Am” está a la altura de la gran pieza del “Images and Words”.

No fue un concierto maratoniano ni tampoco esa caja de sorpresas en la que el grupo cambia el repertorio sorpresivamente a su antojo. Esta vez vimos a una banda de repertorio “casi” fijo y con un set de poco más de dos horas (quizá para muchos, corto para Dream Theater). Ha habido giras en las que el grupo ha brillado a más altura, pero dudo que nadie pueda sentirse defraudado; en absoluto. Tras la emocionante despedida fuimos a casa con una amplia sonrisa dibujada en los labios. Han recuperado temas clave y su nivel sigue rozando la perfección. Buen sonido, y un público entregado, a pesar de que está claro que esta vez no llenaron tanto como la otra vez. Dream Theater siguen encabezando el movimiento neoprogresivo, y por lo que parece, seguirán haciéndolo durante un buen puñado de años.

Jordi Zelig Tàrrega / Fotos: Sergi Ramos

Promotor:Rock and Rock

Asistentes:3000

Día:24/02/2012

Sala:Sant Jordi CLub

Ciudad:Barcelona

Teloneros:PERIPHERY

Puntuación:8