DARK TRANQUILLITY

A pesar de que obviamente Dark Tranquillity eran las estrellas de la noche, esa velada contaba con un aliciente importante: Insomnium. Prensa y fans les apuntan como a gran promesa en la escena extrema, y por lo que veríamos, no están desencaminados. Hay que destacar también que el Razz II mostró una buena entrada, mejor que en Lacuna Coil, pero sí que  hay que hacer notar que hay un cierto retroceso en cuanto al público asistente a los conciertos. Hay mucha oferta y los precios son algo caros. Definitivamente hay que elegir, no se puede ver todo.

INSOMNIUM 8.5/10

La enésima banda surgida en Finlandia apunta muy alto. Su directo está a la altura de sus discos y recientemente han llegado a fichar por una importante discográfica. Se está preparando el terreno para darles a conocer y esta gira teloneando a los suecos es perfecta como piedra de toque. Se notó que en la arena había algunos fans de Insomnium y ciertamente no se vieron decepcionados ante el ataque directo de temas como “Equivalence”, “Across the Dark” o “Where the Last Wave Broke”. Su death melódico es para paladares sibaritas, técnico, con muchos detalles, pero con la agresividad propia del género. Personalmente me quedo con la espectacular “Down with the Sun”. Las bulliciosas primeras filas estuvieron participativas y encantadas con la hora clavada de directo. Demostraron sobradamente que hay una gran banda en ciernes, veremos si finalmente son capaces de llegar a lo alto de la escena. Su siguiente obra habrá que mirarla con lupa.

DARK TRANQUILLITY 8/10

Destacar a día de hoy a los Dark Tranquillity es algo absurdo. Llevan ya mucho tiempo dándonos grandes alegrías, paseándose por festivales y demostrando que son uno de3 los pocos grupos que se mantienen fieles al sonido con el que se dieron a conocer. El público se agolpó pronto hacia delante ávido para degustar lo mejor de los suecos. “At the Point of Ignition” fue la elegida para prender una llama que no se apagaría en hora y tres cuartos. Avasalladores, aunque en principio el sonido no era el mejor que habíamos escuchado en esa sala. Pronto las cosas mejorarían. Destacaba el telón de fondo en el que se proyectaban unos relojes en blanco y negro. Como anécdota comentar que al final de la actuación se les colgaría el ordenador y aparecería “Windows Error”.

“The Fatalist” quedó espectacular y “The Damage Done” sería recibida como todo un clásico. Cabe destacar la excelente labor del baterista Anders Jivarp y cómo no, el trabajo de frontman de Stanne, muy entregado y atento con los fans. Mucha gente se quejó de la excesiva presencia de temas antiguos, pero, de hecho, en su anterior venida se centraron más en el material más moderno, creo que quedaba todo compensado. Caerían “Monochromatic Stains”, “The Gallery”, “One Thought” o “Iridium”, con una ferviente respuesta del respetable.

La pantalla telón proyectaría diferentes imágenes a la vez que el grupo conseguía una excelente comunión con los presentes. Uno de los evidentes puntos de inflexión llegaría con la genial “Miserys Crown”, muy coreada y en la que vivimos uno de los pogos más salvajes de la noche. Otras de las más bien recibidas serían “Haven” y “Punish My Heaven”. Tras 15 trallazos el grupo se retiraba para posteriormente atacar los bises. Hasta cuatro regalos nos brindaría el grupo, y de hecho, los bises serían lo mejor de la velada. “Final Resistance”, “The Sun Fired Blanks”, “ThereIn” y “Terminus (Where Death Is Most Alive) terminarían por rematar un excepcional concierto al que pocos peros puede haber.

Posteriormente Dark Tranquillity e Insomnium estarían de copas por los bares próximos de la zona y los cazaautógrafos y flashes de las cámaras buscarían a los protagonistas de la noche, siempre con una sonrisa y muy atentos con todo el mundo. Lástima que fuera una noche de jueves y que no pudiésemos alargar la noche. Posiblemente quienes mejor lo pasaron fueron sus fans más veteranos, ese set list fue todo un guiño a ellos.