CRUCIFIED BARBARA

Cuando CRUCIFIED BARBARA aparecieron en nuestro país por primera vez hace siete años, nos dimos cuenta de que estábamos ante algo diferente. Después de la avalancha del mal llamado “chocho-metal” (ya saben, todas esas bandas de power metal sinfónico con voz femenina operística al frente) lo que ofrecían estas cuatro chicas suecas era algo sustancialmente distinto. Su actitud, a medio camino entre Wendy O’ Williams y GIRLSCHOOL era un soplo de aire fresco en una escena rockera donde la mujer de armas tomar era un elemento casi inexistente desde las RUNAWAYS o las propias GIRLSCHOOL. Seamos sinceros, la pusilánime Lita Ford tenía de “power woman” lo que Mariano Rajoy de gran gobernador. Hacía falta una banda de tías que dejaran de lado las apariencias para liarse a sudar tocando versiones de MOTORHEAD en clubs infestados de liendres. Y eso es lo que son CRUCIFIED BARBARA, ni más ni menos. De la imagen no tienen ni que preocuparse. Son suecas. Vienen perfectas de fabrica.

Después de un disco tan sobresaliente como “The midnight Chase”, la visita de las suecas era obligada. Y el publico respondió. El Razzmatazz 3 estaba hasta arriba, posiblemente a falta de apenas 25 o 30 entradas para el sold out completo. Uno sabe que un concierto es vibrante cuando tiene que esperar un cuarto de hora desde que entra en la sala hasta que puede disparar la primera foto, por la cantidad de sudor condensado en el pequeño club frente al frio de la calle. Y en el concierto de CRUCIFIED BARBARA tocó esperar un buen rato. Mientras, ellas se vaciaban. Una gran cantidad de chicas en las primeras filas venían a certificar que ellas también saben rockear, especialmente cuando les das una banda con la que se sienten plenamente identificadas. Y es que para muchas chicas es difícil identificarse con la movida machista-viril del rock más duro, pero de vez en cuando aparecen unas DONNAS o unas CRUCIFIED BARBARA para poner los puntos sobre las ies.

El set arrancó con la nueva “The Crucifier” y la clásica “Play Me Hard”. Mia Coldheart fue quien tiró del carro en un primer momento, pero a medida que pasan los minutos, tanto Ida Evileye como Nicki Wicked se quitan las telarañas y se meten de cabeza en el show. La única que se mantiene siempre en un discreto segundo plano es Klara Force, que se dedica a lo suyo y no es tan leona como las demás. El torbellino, finalmente, siempre termina siendo Ida. Se acerca al borde del escenario, posa como una rockstar, agita su lacia cabellera rubia y levanta su bajo en señal de victoria al final de temas como “In Distortion we Trust”. Se nota que están bien rodadas en la carretera y que han endurecido y refinado su actitud en los últimos años.

El set fue variado, con temas de sus tres discos, como “Pain And Pleasure”, “Shut your Mouth”, “Losing the Game” e incluso la mítica versión del “Killed By Death” de MOTORHEAD de su primer disco. Esta vez no hubo “Shout it Out Loud” de KISS, pero habría quedado demasiado azucarado en un set tan potente como el que hicieron. En los bises saltaron a por todas con “In Distortion We Trust”, “Everything We Need” y “Sex Action”, con la que cerraron el show definitivamente. Breves y concisas (sobre la hora y veinte de show, aproximadamente), CRUCIFIED BARBARA hicieron el show de rock más veraniego del invierno. La cámara aun sigue empañada.