Calor, mucho calor como era de esperar recibió a los visitantes de Metalway
Jerez. En un recinto que a primera vista causó buena impresión entre los asistentes,
los gaditanos Sphinx fueron los encargados de dar los primeros guitarrazos de
estos tres días de ruido y sudores. Lamentablemente sólo llegamos a tiempo de
escuchar a Manuel Rodríguez despedirse del respetable tras 45 minutos de actuación
bajo un sol de justicia y poca gente aún frente al escenario. Hablando con ellos
después nos transmitieron su satisfacción por el show y las buenas vibraciones
que tuvieron sobre las tablas.

A continuación los castellonenses Runic, uno de los grupos más emergentes de
la escena española, descargaron su repertorio de frío y nórdico viking metal…
a finales de julio. Toda una proeza que fue seguida por varios sufridos incondicionales
que no cesaron de gritar al son de temas como “The search”, un homenaje a Basil
Poledouris, o “When the demons ride”. El sonido no les favoreció mucho, pero
le echaron ganas y gustaron en general.

Más público iba entrando en el recinto para presenciar la descarga del líder
de Savatage, aún con un calor sofocante. Jon Oliva y su banda sacaron a lucir
un repertorio que compensaba bien su trabajo con su nuevo proyecto, y, cómo
no, temas de su banda madre, que fueron las más acogidas. Con un buen sonido,
y un Jon Oliva entregado, temas como “Pain” o “The Dark” de su único trabajo
como Jon Oliva’s Pain, “Tage Mahal”, fueron anecdóticos para el recital Savatage
que nos tenía preparado, dígase, “Gutter Ballet”, “Jesus Saves” o la emotiva
“Believe” para cerrar.

Metal Church serían los próximos en pisar las tablas, aún con la muerte de
su vocalista David Wayne, a quien dedicaron “Watch The Children Pray”, en la
memoria de sus seguidores y compañeros de banda. Muy buen sonido les acompañó,
de los mejores de la jornada, lo facilitó que su nuevo frontman Ronny Munroe,
expandiera todas sus cualidades, que no fueron pocas. Cortes como “The Dark”,
“Metal Church”, “Beyond The Black” (tremendo), o “Leave ‘Em Behind” puso al
público a cien. Una actuación a recordar.

Moonspell fueron una de las bandas triundadoras del primer día. El público
fue el más numeroso hasta el momento y se volcó con los de Fernando Ribeiro,
que no se cansó en ningún momento de animar y alentar al respetable con gestos
muy teatreros y efectivos. El setlist se basó mucho en su excelente último trabajo
“Memorial”, lo cual no hizo mucha gracia a quienes esperaban más material de
sus anteriores trabajos. El concierto arrancó con la intro y los dos primeros
cortes del CD, “Finis Terra” y “Memento Mori”. De los viejos tiempos apenas
sonaron temas como “Opium”, “Nocturna” y “Fullmoon madness” para cerrar un show
que tuvo un sonido de escándalo, de lo mejorcito del festi. Muchos aplausos
y un Ribeiro muy comunicativo para un concierto de lujo.

Una salida efusiva de Tobias Sammet, puso un poco revuelto al público que ya
comenzaba a mostrarse más participativo. Los alemanes también contaron con un
buen sonido, y parece que los conciertos de baja calidad de antaño están pasando
a la historia. Eso sí, el tonteo y pérdidas de tiempo (con intro de “The Trooper”
incluida) aunque tengan sólo una hora para actuar, siguen estando presentes,
y algún que otro mosqueo aparentemente sin importancia, hizo que el vocalista
arrojará el micro al suelo del escenario. Aún así, temas como “Lavatory Love
Machine”, “King Of Fool” como cierre,sus himnos “Vain Glory Opera” o “Babylon”,
se iban conjugando con temas nuevo tipo “Sacrifice”, “Superheroes” o “Catch
Of The Centuries” como pistoletazo de salida.

 Injustamente no considerados como cabezas de cartel, Testament gozaron de
sólo una hora, 30 minutos menos que en Atarfe, para repasar su larga ristra
de clásicos. Un clásico del thrash tras otro, como “Into the Pit”, “Over the
wall”, “Disciples of the watch”, “Alone in the dark” y todo lo que se suele
esperar de ellos. La gente flipó en colores con temas como “Trial by Fire” o
“The Preacher”, con la que abrieron, o “Practice what you preach”. Chuck Billy,
como es normal en él, berreó como una mala burra y practicó sus típicos solos
de pie de micro, haciendo las delicias de todos sus fans. Sonido muy bueno,
ambiente cargado de humo (putada para los fotógrafos) y algún pogo que otro.
Concierto de primera.

Siguen empeñados los germanos Helloween, en meter en su listado de temas, largos
metrajes como “King For A 1000 Years”, su inicio, o “Halloween”. Buen sonido,
y  momentos emotivos de la mano de grandes clásicos como “Future World”, “I
Want Out” y “Dr Stein” como tridente de cierre. Toda la banda estuvo muy compenetrada,
y Deris cantó realmente bien en el primer trayecto del show. A partir de “Power”,
su voz ya comenzó a hacer estragos. Si el concierto hubiera durado dos horas,
no imaginamos que llegara al final. Aún así, un concierto correcto, y muy bien
recibido por los asistentes.

Un año después Megadeth volvieron a Andalucía con un setlist idéntico al que
trajeron al Atarfe Vega Rock 2005. La intro de su último disco anticipó el arranque
con “Blackmail the universe”, que sonó muy embarullada y repleta de graves.
El bombo al principio atronaba los altavoces y la voz de Mustaine apenas se
oía, no se sabe muy bien si por fallo de los técnicos o por desidia del rubio
cantante. Y es que parece que esa noche le había picado algo al problemático
artista, que al principio pasó olímpicamente de todo el mundo (se tiró cinco
canciones tocando del tirón sin decir ni pío al público). El sonido no fue nítido
hasta la mitad del concierto, momento a partir del cual la cosa mejoró bastante
hasta conseguir uno de los mejores del día, aunque no el mejor. Eso sí, la guitarra
de Mustaine suena casi el doble que la de Glen Drover, y los focos sólo apuntaron
al líder (y casi único miembro oficial de hecho) de la banda. Sonaron canciones
como “Trust”, “Reckoning Day”, “Tornado of souls”, “Hangar 18”, “The Scorpion”,
“Die dead enough” o “A tout le monde”. Antes de esta última Mustaine se encaró
con una persona del público que le reprochó que no firmara autógrafos. Después
de soltarle una perorata en inglés llena de soberbia, acabó llamándolo “pendejo
y maricón” en español. Lamentable. Para rematar, “Symphony of destruction” y
“Holy wars”, con un sonido casi perfecto, un Mustaine más animado y un broche
perfecto para acabar. Quitando las chiquillerías de este cuarentón, el concierto
fue bueno.

El único retraso del festival se reservó para el final con Barón Rojo. La banda
de los  hermanos de Castro, como siempre, empezaron con un sonido mediocre y
empezó a mejorar a medida que iba transcurriendo el show. La nostalgia estaba
asegurada, ya que el listado de temas se componía de clásicos, y más clásicos.
“Hermanos del Rock N’ Roll”, “Cueste Lo Que Cueste”, “Resistiré”, “Cuerdas de
Acero” e “Hijos de Caín” no faltaron a una cita, casi íntima, debido al numeroso
público que abandonó el recinto después de la descarga de Megadeth.

En general, una buena jornada, con grandes momentos, tanto anecdóticos como
musicales, aunque con un público menos numeroso del esperado. Mañana más.

Texto y Fotos: The Metal Circus

Datos:Parque González Hontoria
Jerez de la Frontera
Público: N.D.
Promotor: Rock N' Rock

Día:28/07/2006

Puntuación:8