Rosendo: Hasta siempre en tu casa, Madrid. Muchas gracias.

Un concierto por una retirada siempre es una mala noticia. Cuando, encima, el artista que se retira es probablemente el mayor icono que ha existido en el rock español, esta se acentúa más si cabe.

No había especialmente mucho barullo en los alrededores del WiZink Center a la hora de la apertura de puertas (20:00h), más bien mucho tráfico por las fechas navideñas, las huelgas de transporte y los follones que se están armando con «la almendra» de Madrid. Dentro del recinto, la gente aún iba pasando tímidamente a las primeras filas y a sus asientos de las gradas. No había prisa para ver al maestro.

Se retira el Mercado equivocado

Puntual, a las 20:45h, las luces se apagaron para que empezase el concierto de Rodrigo Mercado como telonero. No me extenderé mucho porque no debo ni creo que se lo merezca. Los músicos que tiene esta banda son de un nivel espectacular, pero Rodrigo no. Si está donde está es porque es hijo de quien es. La peor voz que he escuchado en años es la suya, y, salvo por el vínculo emocional padre-hijo, cualquier artista invitado habría sido mejor que este despropósito de cantante (lo siento por sus músicos, que lo hicieron fantásticamente y sonaron genial).

Rodrigo Mercado (Foto: Daniel Cruz)

Cuando desafinas y encima no transmites al respetable ninguna clase de sentimiento pasa lo que pasa, y los tres cuartos de hora que actuó el hijo de la figura más grande del rock and roll en España fueron un suplicio para la gente (como yo) que tuvo que aguantarlos al completo. Al término de su bolo, el antiguo Palacio de los Deportes de Madrid ya estaba preparado con prácticamente todo el mundo dentro para ver al Mercado adecuado. La gente se mete mucho con Willy Bárcenas por ser hijo de quien es, pero, de verdad, escuchar cantar a Rodrigo Mercado es mucho peor.

Ahora sí, el Mercado bueno: Rosendo

Poco después de las 21:45h volvieron a apagarse las luces para el inicio del concierto de Rosendo en Madrid. El sonido continuaba siendo formidable, algo que no es fácil en el WiZink Center, y la gente, ahora sí, estaba al 100%. Las proyecciones en las pantallas y las luces le daban un toque muy guay al bolo, que tenía el recinto lleno y rendido a los pies de la formación comandada por Rosendo. Solo con decir que al término de la primera canción, «Aguanta El Tipo», el pabellón coreó al unísono «Rosendo, Rosendo», ya se puede uno imaginar el gran ambiente de rock que existía en el WiZink.

Pese a ser un directo de retirada, Rosendo Mercado se mostró en plena forma constantemente, así como sus dos compañeros, Rafa J. Vegas al bajo y coros y Mariano Montero a la batería, que estaban al nivel habitual de cada concierto con el grupo. Las canciones caían una tras otra sin apenas descanso entre ellas y repasaban toda la carrera de Rosendo, la mejor manera de despedirse de la ciudad donde ha efectuado alguno de sus mejores actuaciones y que le ha visto crecer como músico y como persona.

Rosendo (Foto: Daniel Cruz)

Desde las pantallas se anunciaba ya desde antes de comenzar todo que lo que aconteciera se iba a grabar, por lo que otro motivo más para que todo fuera perfecto era el posterior tratamiento de lo sucedido la noche del jueves 20 de diciembre en Madrid. Todos esos factores hacían de este un directo muy grande, al nivel de lo que una retirada como la de Rosendo Mercado requiere. Un artista mayúsculo merece una despedida de altura con un público que llene el recinto (como sucedió anoche) y que se entregue a uno de los iconos más representativos de la música de este país.

Rosendo (Foto: Daniel Cruz)

La primera en la que los fan se animaron a cantar, tras interpretar «Cada Día» o «El Ganador» entre otras, fue en la versión de Antonio Flores «No Dudaría», la cual ha sonado en boca de tantos artistas que es difícil no conocer la letra. «Mala Vida» fue la siguiente en la que la gente se animó, y a esta la sucedió «…Y Dale», que continuó encendiendo a los presentes. Más adelante, «Soy» fue la que tuvo un toque de más contundencia y revolucionó un poco la dinámica del setlist. Este tramo central del concierto fue el que empezó a incrementar la energía de los fans del pabellón, y en temas como «Amaina Tempestad» y «Vergüenza Torera» dieron muestra de ello.

Rosendo (Foto: Daniel Cruz)

El último tren

Todo el WiZink Center se puso de pie cuando Rosendo anunció una canción que había compuesto cuando era joven. Nos subimos al «El Tren» de Leño, y enfervoreció todo aquel que acudió al concierto. Era el momento de revivir la historia del rock español con las canciones más importantes que ha compuesto el madrileño. «Flojos De Pantalón» prosiguió con el nivel más alto aún, y es que lo que quedaba ahora era todo temazos. «Masculino Singular», «Pan De Higo» (donde la gente acababa los estribillos) y «Navegando» fueron las últimas antes de los bises. Triunfaron, algo de lo que no había duda alguna y, aunque dijo el propio Rosendo que no le gusta despedirse, se fue sin decir nada porque todavía no había acabado la velada.

La intro de «Agradecido» levantó de sus asientos a los aficionados de las gradas, que estaban a los pies de Rosendo, y la canción fue un éxito absoluto. «Loco Por Incordiar» mantuvo la tónica justo después. «Maneras De Vivir», ese himno que ha perdurado en las últimas generaciones del rock, enalteció más si cabe a Madrid, que escuchó como Rosendo se iba con unas últimas palabras: «Gracias, muchas gracias. Salud».

Rosendo (Foto: Daniel Cruz)

La gente aclamaba al astro, y a pesar de haber tocado ya sus mayores hits, volvió junto al resto de la banda para concluir con «Qué Desilusión», lo que todo el mundo que le vio por última vez en la capital pensó cuando se dio cuenta que era el punto y final de la carrera del artista en casa. Presentó al grupo antes de finalizar la canción y, cómo no, dio las gracias a todos y se despidió de sus acérrimos.

Rosendo (Foto: Daniel Cruz)

No se sabe si Rosendo volverá a tocar en Madrid. Resulta extraño que su último adiós se lleve a cabo con una doble fecha en Barcelona y no en casa, pero solo el tiempo lo dirá. Pase lo que pase, el concierto de Madrid fue todo un homenaje (merecido) a la mayor estrella del rock en la historia de España. Rosendo, muchas gracias.