BLACKFOOT / YARDBIRDS

Como cada año el festival de blues de Cerdanyola nos trae un cartel de relumbrón. Esta vez quizá los más puristas echarán de menos el estilo en los cabezas de cartel, pero es innegable que el nivel del mismo volvía a ser rutilante. En dos días íbamos a ver a Blackfoot (un sueño hecho realidad), a The Yardbirds (un milagro), a los Wishbone Ash y a Y&T (¿Existe una banda más profesional?). Y como era de esperar el público fiel al evento estaba allí llenando el recinto. Se nota que año tras año han fidelizado a una audiencia muy devota y receptiva. Eso sí, esta vez acudieron muchos heavies, incluso en la primera jornada algunos vestidos con motivos indios en homenaje al líder de Blackfoot.

THE YARDBIRDS 8/10

Una banda por la que han pasado gente como Eric Clapton, Jeff Beck o Jimmy Page tiene que tener algo, por mucho que a día de hoy sólo queden dos miembros originales en sus filas. Craso error… esta vez en Cerdanyola sólo acudió el baterista Jim McCarthy pues Chris Deja, el guitarra, estaba en casa por enfermedad. El material añejo del grupo suena celestial especialmente por el enorme nivel de los integrantes del grupo. Destaca especialmente Andy Mitchell a la armónica y a la voz principal, bien arropado por todos en los coros. A pesar de que hubo momentos en que parecía que entrábamos en el túnel del tiempo la juventud de los nuevos miembros hace que todo suene más actual y vigoroso. Todo lució esa noche con un grupo tan elegante y gemas como “Train Kept a Rollin” (popularizada por Aersomith), “Shapes of Things”, “The Nazz Are Blue”, “Still Im Sad” o sobretodo “Heart Full of Soul” arrancaron merecidísimas ovaciones. Grandísimo trabajo por parte de Ben King a la guitarra que cuando atacaban solos fundidos con armónica realmente emocionaban. Todo quedó algo corto, pero debo decir sinceramente que si esta gente vuelve es obligado irles a ver, aunque sólo esté McCarthy tocando como miembro original. La versión final del “Dazed and Confused” sonó antológica. Hay que recordar que Page abandonó los Yardbirds para fundar The New Yardbirds, que terminarían siendo Led Zeppelin. Incluso me atrevo a decir que los Yardbirds me gustaron más que Blackfoot. ¿Herejía?

BLACKFOOT 8/10

Sueño cumplido. No hizo falta viajar Pirineos arriba ni cruzar el charco, los Blackfoot tomaban la escena y una aura especial les acompañaba. Evidentemente no estaba Rickey Medlocke, desde hace ya años en las filas de Lynyrd Skynyrd, pero con sólo ver a Greg T. Walker sobre un escenario ya valía la pena. Curiosamente Greg ocupa el centro del escenario con su bajo y sus coros y Mike Estes quedaba a un lado. Empezaron con la solemne “Good Morning” para pasar seguidamente a la versión de Bad Company: “Wishing Well”. Qué clase… Curiosamente encadenaron versiones: “Morning Dew” y “I Got a Line Over You” del llorado Randy California, ese genial guitarrista que murió como un héroe. “Bad Blue” precedió a los obligados solos de bajo y batería, que no se hicieron pesados para nada. Las versiones tuvieron posteriormente más protagonismo con “Rolllin & Tumblin” de Muddy Waters y el gran final con el “Crossroads” de Robert Johnson. La verdad es que es bonito ver cómo el grupo tributa a sus grandes héroes, gente a la que nunca se reivindica suficientemente. Pero lo que esperábamos de verdad era ese triunvirato formado por “Fly Away”, “Highway Song” y “Train, Train”, esos tres himnos que les hicieron célebres y que acercaron el southern rock al hard rock. Colosales interpretaciones y sin lugar a dudas el gran momento del concierto, especialmente en “Train, Train”. Se hizo corto otra vez… pero qué le vamos a hacer. Algunos criticaron la excesiva inclusión de versiones, pero la verdad es que ya hace tiempo que las hicieron suyas, así que bienvenidas sean. EL Festival de Blues de Cerdanyola sigue demostrando que escoge con maestría a sus intérpretes. Noche para el recuerdo.