Avulsed se alían con el mejor metal extremo patrio para repartir cera

Un cartelón de grandes bandas, una de ellas consagrada y otras tres con un potencial insultante que dieron lo mejor de sí

En España y sobretodo en Barcelona no apreciamos el producto nacional. Descaradamente. Pero incluso más llamativo que eso, que a diferencia de lo que pudiera parecer no ocurre tan sólo en este país, es la falta de curiosidad del potencial asistente. Me explico: VIVID REMORSE, una de las bandas de Barcelona con más pegada, thrash metal cañero y cortante. Desde Mallorca TRALLERY, los representantes españoles del pasado Wacken Open Air, ganadores de pleno derecho tras pasar múltiples eliminatorias y una de las bandas más técnicas e interesantes de territorio nacional. ONIROPHAGUS, un rara avis dentro de la escena estatal, no muy dada a engendrar a bandas de doom/death, fichados por Xtreem Music y con una amplia proyección. Y por último, desde Madrid, AVULSED, nuestra banda española de metal más internacional, por no hablar de su directo aplastante o sus veintipico años de existencia. Un cartel de cojones, vaya. Y un concierto que estuvo a punto de cancelarse dos días antes debido a la baja venta de entradas, que tan sólo costaban 12 euros anticipadas. Da que pensar.

VIVID REMORSE empezaron puntualísimos, quizá incluso algunos minutos antes de la hora indicada. Se marcaron un show aplastante, con muy buen sonido y con una actitud impropia de la banda que abre la velada, pues se dejaron el alma en escena a base de su thrash metal cortante y algo particular. Gran culpa de ello lo tiene el desparpajo de su cantante Joel, que no paró quieto ni un instante, de moverse de un lado a otro, incitar al público a cantar (o casi obligarlo, como al final del concierto, en el que agarró a una de las personas de las primeras filas y no la soltaba ni por asomo) y dar bastantes tumbos por el escenario, producto de su estado, aparentemente algo intoxicado por substancias no especificadas, pero que sirvió para darle un empujón de locura a la actuación. Quizá les restó algo de puntos el salir a tocar sin bajista, pero a pesar de ello el sonido no se resintió en exceso. Además de sus temas ya editados y de algún que otro adelanto de lo que está por llegar, se marcaron una version del «Blitzkrieg Bop» de los RAMONES al final de su actuación. Una de las bandas de Barcelona más en forma de la actualidad y no por arte de magia. Llevan ya un buen puñado de años en el candelero, pero desde mi punto de vista es ahora cuando están viviendo su punto más interesante musicalmente hablando, sobretodo en directo.

Turno de los mallorquines TRALLERY, a los que un servidor ya había visto un par de veces con anterioridad, por lo que ya sabía lo que se iba a encontrar. Del mismo modo, también sabía que iba a dejar ojipláticos a los allí presentes. Y así fue. No solo tienen un directo movidísimo y arrollador sino que poseen una calidad técnica que tira de espaldas, especialmente su guitarrista Biel, un pequeño guitar hero en potencia. No se quedan cortos los otros dos componentes, pues Pol realiza con el bajo un trabajo muy superior técnicamente a lo que otros frontmen nos tienen acostumbrados Por derecho propio se fueron a tocar a Wacken como ganadores de la Metal Battle. Del mismo modo he de decir que si en Alemania se hubieran marcado el conciertazo que les vimos en esta ocasión, hubieran salido de allí como claros ganadores. Pero las circunstancias, los imprevistos, los nervios y el tiempo de actuación siempre terminan sentenciando las situaciones. En este caso en concreto, todo estos lo tenían a favor. Y vaya si lo aprovecharon. Cómo no, le dieron un buen repaso a su último disco editado hasta la fecha, demostrando la soltura con la que se mueven en tesituras muy distntas entre sí, con cambios de ritmo demenciales, desde tupa-tupas rápidos hasta pasajes con más groove o melodía. Algunas personas no acabaron de encajar la particular voz de Pol y sus cambios extremos de registro, pero este detalle también forma parte del encanto y la singularidad de la banda. A destacar cómo nos dejaron con la boca abierta al interpretar la instrumental y técnica «The Secret Trial» o lo bien que sonaron cortes como «Collateral Damage» (de la que podéis buscar su videoclip)  o «Catalepsy». TRALLERY son una de las principales gemas escondidas en la escena nacional, o sea que yo si fuera tú, no les perdería de vista.

ONIROPHAGUS son una de las pocas bandas de death/doom que tenemos por aquí, algo que los convierte en un producto nacional casi exótico. Su primer larga duración «Prehuman» está cosechando muy buenas críticas y se están haciendo un hueco en escena por méritos propios. Sin embargo por lo que a mí respecta les faltaba pasar la prueba del directo, un show por el que sentía tanta curiosidad como escepticismo. Y vaya si salieron airosos. Pese a que no les ha dado todavía tiempo a prodigarse mucho en directo, los de Barcelona poseen un show contundente y rocoso. No en vano, todos sus integrantes llevan años metidos en otras bandas locales, por lo cual experiencia y tablas tienen un rato.  «No Colours In This Earth», «Ceremonial Swamp» o «Defiler of Hope» fueron algunas de las piezas que dejaron caer esa noche y a través de las cuales pudimos comprobar las grandes bazas con las que cuenta la formación para golpearnos: La presencia autoritaria de Paingrinder al frente, que ha ganado mucho en registro vocal desde que lo viera por primera vez sobre un escenario hace un buen puñado de años, siendo su voz cada vez más cavernosa; la precisión de la base rítmica, que lejos de lo que pudiera parecer, nos ofrece unos cambios de ritmo de lo más interesantes, incluso algún que otro acelerón puntual, algo que nos podría recordar a los primeros discos de MY DYING BRIDE; o la densidad de los riffs de los dos guitarras de Moregod y Ghorth, que lograron sacarle un sonido ideal a sus máquinas esa noche, ni muy nítido ni muy sucio. Desde el público hasta los componentes de AVULSED, que andaban por el puesto de merchandise, a todos se les vio cabecear y disfrutar de la densidad sonora de ONIROPHAGUS. Esperemos que sigan esta senda, un gran fichaje para el sello de Dave Rotten y un directo que no defrauda y que superó mis expectativas.

Turno para los cabezas de cartel, que fueron recibidos como tales por la concurrencia. Llevan ya años marcándose unos buenos shows en Barcelona y esta no iba a ser la excepción. Venían a presentarnos su «Ritual Zombie», disco que profundiza y reitera todavía más en la propuesta de los madrileños, asentada ya desde hace bastantes años como el referente del death metal patrio que son. Y con «Dead Flesh Awakened» comenzó la cacería. Desde ese momento se sucederían todos los aspectos que caracterizan y han de caracterizar a una actuación de AVULSED: por un lado la muralla sónica de puro death metal con concesiones muy puntuales a la melodía. Por otro, los gimmicks escénicos propios de la banda, con el singular Dave Rotten al frente como maestro de ceremonias: guturalidad extrema y molinillos asesinos al mismo tiempo que interpreta los temas y  comentarios cachondos en los parones entre canciones se llevarían de nuevo una pequeña parte del protagonismo. A partir de ahí, toda una buena retahíla de cortes de la mayoría de sus discos: «Gorespattered Suicide», «…Was Not My Blood», «Powdered Flesh», «Revenant Wars»… Todas ellas arrolladoras, pero tuvieron que cargar con un único talón de Aquiles: los puñeteros acoples el micro inalámbrico de Dave Rotten. Lejos de solucionarse en el primer par de temas, los acoples continuaron casi hasta el final de la actuación. ¿De veras no había forma de solventar esto? ¿O si no era posible, qué tal por optar por un micro de cable? En fin, me quedaré con la duda. Pero creo que este detalle que empañó ligeramente la actuación se podría haber evitado. Acabaron el show con artillería pesada. Por un lado «Nullo (The Pleasure Of Self-Mutilation)», al que seguiría el tema más querido por los fans, algo así como el «Hammer Smashed Face» español. Sí, estamos hablando de «Exorcismo Vaginal», que repartió cera a espuertas y animó lo suficiente a un público que por otro lado anduvo algo más parado y frío que en otras ocasiones. No dio tiempo para más, y es que hubo que encajar la actuación de varias bandas en un horario bastante apretado debido a las exigencias de sala.

Un cartelón de grandes bandas, una de ellas consagrada y otras tres con un potencial insultante que dieron lo mejor de sí. Una lástima que no se consiguiera congregar a más público en una cita que nos ofreció todo lo que prometía.