ARCH ENEMY + VOIVOD + TITAN"S EVE

Noche de Viernes, La Riviera, cartel atractivo… todo apuntaba bien para que le gira del Caos de ARCH ENEMY triunfara a su paso por la capital, después de haber hecho lo propio en Villaba y Santiago los días anteriores, saltando después a Barcelona el sábado (y cuya crónica se puede leer aquí). Sobre el papel, todo tenía buena pinta.

Los canadienses TITAN’S EVE tenían una oportunidad de oro, dándose a conocer en un cartel de relumbrón, amparados por sus compatriotas VOIVOD (que mucha gente sigue sin entender el por qué teloneaban ellos, pero bueno…).’Life Apocalypse’ es su única referencia discográfica, y se centraron en presentarla de una manera sencilla y honesta; sorprendió tanto la manera que tuvieron de presentarse, entrando uno a uno al escenario y diciendo el nombre del grupo, tanto la de salir de la misma manera. Entre medias, agradecimientos varios a sus compañeros de gira por parte de su vocalista y guitarrista Brian Gamblin (que además se encargaba de buena parte de los solos). Metal de vieja escuela, algo típico en muchos de sus pasajes, pero oportunidad aprovechada la del cuarteto ante una sala con poquísima gente.

Más público con VOIVOD, pero la frialdad que está llegando estos días parece que contagió a los asistentes, que apenas se movieron durante toda la actuación de una de esas bandas a menudo infravaloradas. ¿Cómo iban a empezar su actuación si no era con el tema que da nombre al grupo y abría su debut ‘War and Pain’? ‘Voivod’ fue la primera en repasar aquellos maravillosos 80, seguida por ‘Ripping Headaches’ y ‘Chaosmöngers’, antes de ofrecernos un avance de ‘Targed Earth’ con el tema que lo da título. Snake es uno de esos frontman que no hay, y que pasados los 50 sigue al pie del cañón. Sus movimientos, sus caras, su manera de interactuar con el público llama la atención… pero como decía más arriba, parece que no terminó de conectar su propuesta alocada con la sala. Y eso que tanto Blacky como el nuevo guitarrista, Chewy, se lo curraron sin parar ni un momento. ‘Forgotten in Spain, ‘The Prow’ y ‘Tribal Convictions’ (por fin conseguían algo de respuesta) se alternaron con otro corte nuevo, ‘Kluskap O´Kom’, antes de recordar al tristemente desaparecido Piggy (la interacción aquí ya fue total) y cerrar con su particular versión de ‘Astronomy Domine’ de PINK FLOYD. Todavía me sigo preguntando, con la que estaban liando en el escenario, qué esperaba ver la gente para mostrarse en su mayoría tan apática.

Voivod
Ripping Headaches
Chaosmöngers
Targed Earth
Forgotten In Space
The Prow
Kluskap O´Kom
Tribal Convictions
Astronomy Domine

Supongo que parte de “la culpa” (por decirlo de alguna manera) la tenía que la mayoría de los presentes iban a ver a ARCH ENEMY. Media sala veía colocarse tras la batería a Daniel Erlandsson mientras sonaba la apertura del Khaos, antes de que Michael Amott, Sharlee D’Angelo y su nuevo guitarrista, Nick Cordie (gran fichaje el suyo, totalmente integrado) salieran con ‘Yesterday is Dead and Gone’, seguidos por Angela Gossow, todo un torbellino en toda regla, saliendo a arrasar con ella, ‘Ravenous’ y ‘My Apocalypse’, y sonando bastante bien teniendo en cuenta que los últimos precedentes que tenía en La Riviera no eran los mejores. Sólo medio tema, con cuatro riffs y dos gritos de Angela caldearon más el ambiente que los dos grupos anteriores. El equilibrio entre los distintos trabajos para formar el set estuvo bastante bien, y de hecho, de su última obra, tocaron los temas más destacados. Junto al de apertura, ‘Under Black Flags We March’ (con Angela portando la banderita por el escenario), ‘Bloodstained Cross’ y su reciente e impactante videosingle, ‘Cruelty Without Beauty’. ARCH ENEMY no necesita de mucho artificio para sus shows, aunque esta vez llevaban un par de pantallas donde proyectaban tanto imágenes como mensajes, en forma de estribillos fáciles, para que la gente los coreara. No fue lo único que cantaría la sala, ya que cada solo era seguido por unos “uo uo ooooooh” que se están convirtiendo en habituales. ‘Rise of the Tyrant’ es un disco que a día de hoy no me llega a decir demasiado, aunque ‘The Day You Died’ y ‘Revolution Begins’ sonaron tremendas; algo menos ‘Intermezzo Liberté’, que no cuadra en sus directos, y cortó el ritmo de manera brusca… igual que minutos antes un solo de batería. Al menos a uno le siguió una colosal ‘Dead Eyes See No Future’, y a otra ‘Dead Bury Their Dead’. Para sorpresa de muchos, tras ‘We Will Rise’, la banda se retiraba brevemente sin haber llegado a una hora de descarga. Vuelta a ‘Wages of Sin’ con ‘Snow Bound’, y final con el que se ha convertido su mayor himno, ‘Nemesis’, seguida por una breve parte instrumental de ‘Fields of Desolation’, en lo que supuso la única concesión a la etapa de Johan Liiva en la banda, con Angela paseando una bandera española en esta ocasión.

La frialdad a la que hacía mención al principio y de la que hizo gala buena parte de la sala en VOIVOD se apropió de mí una vez terminada la noche. Trece temas (reales) para un grupo de su trayectoria se antojan escasos; demasiado escasos. Más si rozan la hora y cuarto de duración de actuación, intercalando un solo de batería (prescindible para no tratarse de un virtuoso), y dos solos-interludios de guitarra, por muy bueno que sea Michael Amott, que para mí sigue llevando el peso de todo, por mucha atención que consiga Angela. Lo bueno, si breve, en el fondo es una putada, porque te deja con ganas de más. Pensándolo fríamente, la anterior vez que pude ver a la banda en Sonisphere (año 2011) no tocaron mucho menos, tratándose de un festival. Lo indudable es la intensidad de la que hicieron gala; nada que reprochar en ese aspecto.