ANGRA

Hacía mucho tiempo que no presenciaba un show de los brasileños y el recuerdo de los años 90 y principios del 2000 era muy bonito y entrañable. A pesar del cambio de Matos por Falaschi la banda supo seguir ofreciendo una obra maestra, “Rebirth”, y discos buenos a la altura de su estatus. Desgraciadamente el power metal y el peso de don Matos se hicieron notorios y fueron pesando en la popularidad y las ventas. Pero en directo seguían mostrando sus credenciales y su calidad, y esta vez también fue así. No han perdido pero también hubo algunas cosas mejorables, obviamente…

Los teloneros eran Kattah, una agrupación también brasileña, muy capaz y que me pareció perfecta para acompañar a sus compatriotas cariocas. El grupo practica un power metal étnico aunque con más elementos arábigos que brasileños, todo mezclado con alguna base metal hard rock y acompañado por varias sorpresas, que iban desde la vestimenta de su cantante a una intersantísima batucada. Lo más destacable su cantante, Ron Sauaf, excepcional aunque parezca un clon de Tobias Sammet en lo vocal, especialmente en los registros y en la técnica. El sonido acompañó y pudimos ver a un grupo muy interesante con un cantante que pronto dará mucho que hablar. Cuando un compañero compró su disco el propio Sauaf casi lo besa de la emoción…

Angra aparecieron a escena tras una corta espera a caballo con la intro que abre su última obra: “Aqua”. Pasaron posteriormente a “Arising Thunder” haciendo las delicias de una sala que presentaba una muy buena entrada. El combo sigue funcionando como un reloj aunque vi algo falto de voz a Edu en los primeros temas. El tributo al pasado empezó pronto y “Angels Cry” y una sorpresivamente temprana “Nothing to Say” desataron la pasión de las primeras filas. El posterior interludio correspondió a cortes de factura más nueva, pero fueron muy bien aceptados demostrando de que el público conoce bien sus últimas obras. “Lease of Live”, “The Voice Commanding You” y “The Course of Nature” evidenciaron también que Rafael Bittencourt posee una gran voz. Por cierto, el característico doble ataque de Bittencourt y Loureiro sigue siendo sublime. Llevan juntos desde 1991, y eso es más que evidente. “Awake from Darkness” precedió a un espectacular momento como fue “Lisbon”, del habitualmente olvidado disco “Fireworks”. La intro “Deus le Volt” precedió a la gran “Spread Your Fire”, todo un acierto mantenerla en el set list. “Heroes of Sand” y “Rebirth”, con toda la banda metiendo coros bajo una cálida luz roja fue uno de los grandes momentos de la noche. Sencillamente espectacular. El solo anterior de Ricardo Confessori incluyó el habitual juego de malabares con las baquetas. Siempre es el mismo, pero es rotundo y efectivo. Felipe Andreoli estuvo perfecto en su cometido y demostró, otra vez, que es el perfecto sustituto para Luis Mariutti.

Edu estaba muy comunicativo demostrando lo bien que domina el idioma y se permitió el lujo de bromear con la gente. Alguien le pidió “Z.I.T.O”, pero se hicieron oídos sordos. Incluso le pareció ver un doble de André Matos entre el público. Los bises fueron lo mejor de la noche empezando por la espectacular”Carry On”, que iría empalmada con “Nova Era”, posiblemente uno de los mejores cinco temas que haya grabado Angra en toda su historia. Gran final que quisieron bordar con un tributo a Ronnie James Dio, intercambiándose el grupo sus instrumentos. Estuvo realmente bien muy a pesar de que para muchos era mejor alguna otra opción de su particular repertorio.

Continúan ofreciendo un set list excesivamente corto aunque todo fan quede suficientemante complacido. No faltan sus clásicos y los nuevos temas funcionan bien y aguantan el tipo. Edu se ha ganado el puesto con los años y creo que ya es aceptado por todos. Siguen siendo muy grandes y una de las pocas bandas que resisten el paso del tiempo y de las modas. Estaba claro que sólo iban a quedar los mejores, y tras el boom del power metal, ellos siguen manteniéndose. Es sí, hay muchos temas a recuperar para sus próximas visitas: “Metal Icarus”, “Make Believe”… y sigo alucinando que la banda no toque “Carolina IV”, posiblemente su obra maestra.