Noche de diversión en el canto de cisne de Mephisto. De todas formas ya se sabe que la agenda de conciertos va a seguir. Gran noticia para esta emblemática sala, que viviría su último concierto metal con este nombre. Podemos resumirlo como una noche de piratas y romanos. Curiosa combinación, pero sumamente atractiva. Buena entrada en la sala que presentaba una pequeña multitud de fans que ya estaban desde antes de las ocho. La ocasión lo merecía pues antes de Ex Deo y Alestorm era el turno de los simpáticos Lagerstein.

Estos simpáticos piratas vienen desde latitudes australes, y a pesar de que tiran de buenrollismo y diversión, las cosas quedan un poco atolondradas. El sonido fue sucio y los coros deben mejorarse, pero la fiesta fue sumamente divertida. Destaca ese gigantón que tienen en el bajo. Una montaña humana vestido a medias entre fraile y pirata. Es un metal muy en la onda Alestorm, con toques folk y que invita a beber cerveza tras cerveza. A destacar especialmente The Rum Thieves y esa versión del clásico estándar irlandés “The Drunken Sailor”. De todas maneras suenan mejor en disco que en directo. Ese final etílico con la banda metiéndose cervezas con un embudo fue algo largo e innecesario, pero define muy bien lo que ofrecen.

Pronto hubo movimiento en la escena con la colocación de los emblemas del león y de la decimotercera legión romana. La legión que cruzó el Rubicón y que daría lugar a la frase mítica de César. Estos itálicos visten como centuriones, pero su origen lo encontramos en el Quebec canadiense. Maurizio Iacono (Kataklysm) dio forma a esta agrupación en 2008, y la verdad es que consiguió convencernos. De todas formas la cosa fue de más a menos. Impresionante intro y un grupo con coreografías escénicas bastante trabajadas. Muy solemnes y acordes con lo que quieren representar. “I, Caligvla” y “The Tiberius Cliffs (Exile to Capri)” consiguieron impactar. Su death es bastante melódico, ero la clave de todo está en las orquestaciones de teclado que suenan de fondo, muy magnificentes y ampulosas. Sus dos discos vienen avalados por la todopoderosa Nuclear Blast y es un proyecto que rara vez se prodiga en directo. Tras “Pollice Verso (Damnatio Ad Bestia)” la cosa quizá bajó un poco pues desapareció el efecto sorpresa. La voz de Maurizio brilló en las siguientes “The Final War (The War of Actium)” y “Per Occulus Aquila”. Cerraron con la clásica “Romulus” de su primer disco. Gran despedida a un show interesante. Seguro que salieron con un buen puñado de nuevos fans.

Tuve la oportunidad de ver a Alestorm en Alemania y la verdad es que no fue un concierto demasiado brillante. De todas formas creo que la banda ha dejado la diversión un poco de lado y en lo musical han logrado cotas más elevadas. 15 temas directos y bien ejecutados con ese dúo de teclistas. Por un lado su cantante Christopher Bowes y por el otro Elliot Vernon, con un chiringuito de teclados a la altura de Nacho Cano en los 80 ó de Rick Wakeman. ¿Exagerado…? “The Quest”, la inesperada “The Sunk n Norwegian” y “Shipwrecked” desataron los ánimos de un participativo público con ganas de saltar y bailar. Ritmos rápidos, estribillos coreables, coros funcionales y mucha velocidad. Obviamente “Back Through Time” vertebró el setlist, pero hasta cinco temas de su primera obra tuvieron cabida esta vez. Del fresco y potente “Captain Morgans Revenge” cayeron “Over the Seas” y la divertida “Nancy the Tavern Wench”. Pronto se organizó un Wall of death algo descafeinado para luego intentar un circle pit que no llegaría a cuajar. “Midget Saw” demostró que su tercera obra tiene muy buenos momentos. Hay que resaltar la labor de Peter Alcorn tras los timbales. Mucha soltura y velocidad. “Pirate Song” posee unos tempos más hímnicos y pausados. Ideal para alzar el puño y la cerveza en los “Heys”.

Siguieron con el tema que da título a su última obra y luego recuperaron “Wenches and Mead” de su ópera prima. La cerveza seguía dominando platea y escenario. Luego vino ese tema que para muchos es “el tema”: “Rumpelkombo”. Una de sus grandes cartas que hizo que las primeras filas disfrutaran de lo lindo. En “Set Sail and Conquer” Bowes se lanzó al público q hizo una bonita excursión por la sala. Como ya es tradición, la barra de Mephisto fue una pasarela ideal para que el grupo se paseara. Divertida y emotiva fue “Captain Morgans Revenge”. Muchos les descubrimos con este tema, no hace tantos años. Quedó algo embarullada y el estribillo no sonó como debiera. Finalizaron con el que pretenden que sea su nuevo grito de guerra: “Rum”. Recurrente título y temática, pero es una composición muy divertida y funciona perfectamente en directo.

Gran noche de piratas y centuriones. Nunca creí que llegaría a escribir esta frase. Tras los aplausos la sala se puso de gala para su despedida. Los grupos se quedaron a disfrutar la noche y estuvieron muy simpáticos y atentos con todo el mundo. Pudimos charlar con casi todos y disfrutar de un post concierto que derivó en una bonita fiesta de despedida. Pero esa ya es otra historia… Finalmente avanzaros que habrá una emotiva entrevista con Jordi Mephisto con la que recordaremos todos los años de trayectoria de la sala y sus mil anécdotas.

Texto: Jordi "Zelig" Tàrrega / Fotos: Sergi Ramos - Leandro García

Promotor:Babylon Productions

Asistentes:150

Día:16/03/2013

Sala:Mephisto

Ciudad:Barcelona

Puntuación:8