MARTY FRIEDMAN (PARTE II) – “Nosotros, se suponía, eramos las leyendas del heavy metal más duro. Y te encontrabas con que las bandas que nos teloneaban eran mucho más heavies que nosotros. Me di cuenta de que algo no funcionaba”.
Segunda parte de la larga e interesante charla telefónica que mantuvimos con el guitarrista Marty Friedman unos días antes de su primera visita a España en solitario. Friedman profundiza en su relación con Dave Mustaine, en los motivos de su salida de la banda y su eventual mudanza a territorios nipones. Sergi Ramos le escucha pacientemente.
En 1999 eras miembro de una banda de heavy metal muy exitosa que estaba pasando por una cierta crisis de identidad. Dave Mustaine dice que era por tu interés en otros estilos, quizá para ti era por puro cansancio de ser un simple músico del metal. ¿Qué fue lo que te llevó a tomar la decisión de coger tus cosas y largarte a Japón?
“Fue una decisión muy dura porque apreciaba mucho a todos los miembros de la banda y lo que habíamos hecho juntos durante los anteriores diez años, pero llegué al punto en que no había nada que pudiera aportar a MEGADETH. Estaba escuchando a una serie de bandas que eran infinitamente más heavies que nosotros. Nosotros, se suponía, éramos las leyendas del heavy metal más duro. Y te encontrabas con que las bandas que nos teloneaban eran mucho más heavies que nosotros. Me di cuenta de que algo no funcionaba. Teníamos que, o volvernos más duros o volvernos más blandos, pero no podíamos estar en medio. No me gusta ser un artista en medio de ninguna parte. Tocábamos un show con MARILYN MANSON y MARILYN MANSON era mil veces más heavy que nosotros. Y ni siquiera intentaban ser heavies. Tocábamos con TOOL o KORN o cualquiera de las bandas que salían en aquella época y, en comparación, sonábamos como una banda de metal de Los Ángeles de los 80. Eso comenzó a frustrarme. Esas bandas heavies estaban experimentando con nuevos conceptos y nuevos sonidos, expandiéndose. Me daba la impresión de que nosotros simplemente estábamos haciendo lo mismo una y otra vez. Teníamos que volvernos más extremos. Si hay que hacer una balada, pues vale, se hace. Pero si hay que hacer una canción heavy, mejor que sea la canción más heavy de todas ellas. Pero no había nada así de extremo, todo lo que hacíamos estaba a medio camino y nadie en la banda me comprendía. Nunca tuve un problema con Dave ni con nadie de la banda, simplemente les hice saber que no podía aportar nada a algo como eso en pleno año 2000. Me sentía como si estuviera en una maquina del tiempo. Necesitaba avanzar para no volverme loco y para que ellos pudieran seguir haciendo lo que desean.”
Bueno, MEGADETH siguen estando en esa maquina del tiempo, especialmente ahora que se están llevando a cabo los shows del Big Four que celebran, precisamente, la gran época del thrash metal en la que MEGADETH fueron aupados a lo más alto. ¿De qué modo se tomó Dave que le dijeras todo esto?
“Dave siempre ha sido muy razonable conmigo. Del mismo modo en que te digo que yo soy un tío ideal con el que trabajar, también te digo que Mustaine es la persona ideal para trabajar. Su meta es hacer la música tan buena como sea posible y conquistar el mundo. En ese sentido, éramos muy parecidos y por eso funcionábamos en MEGADETH. Puedes decir lo que quieras de Mustaine excepto que es vago. Yo tampoco lo soy. Tenerle ahí fue lo que me sirvió para aguantar tanto tiempo en la banda, porque mi frustración apareció mucho antes de irme de la banda. Pero verle trabajar y esforzarse me motivaba. Nunca fue poco razonable conmigo. Realmente no me acuerdo de cómo se lo tomó. Estábamos de gira por ahí, tocando una de las canciones en directo, y estaba siendo un mal momento. Cogí a Dave y le dije que habláramos un minuto. Le dije que no podía seguir en la banda. No estuvo contento con mis palabras, pero era comprensible, porque estábamos en medio de una gira y no era el mejor momento para irme. Pero no podía seguir con ello. No podía seguir tocando. Podría tener a cincuenta otros guitarristas para hacer lo mismo que yo, no hacía falta que fuera Marty Friedman. Cualquiera podría haberlo hecho y habría sonado igual de bien. Yo estaba desgastado”.
¿Fue la gira con IRON MAIDEN de 1999 un catalizador de toda esa reacción? ¿Te sentiste atrapado en el tiempo en esa gira?
“En parte. Pero incluso antes de eso ya me había dado cuenta. Hacíamos giras masivas, de 250 conciertos al año, cada año. Al final haces lo mismo cada día y, a no ser que te retes a ti mismo cada día, terminas yendo hacia atrás. No creces en absoluto. Soy un guitarrista que ha de crecer, que ha de mejorar, que ha de intentar algo nuevo, porque sino me aburro mucho. Para serte honesto, siempre estuve feliz haciendo lo que hacía, hasta que me fui. Intenté durar el máximo tiempo posible, hasta que les hice saber que tenía que dejar la banda. Me encantaba mi puesto de trabajo, pero prefería que alguien que disfrutara más del puesto tuviera la oportunidad”.
Siempre que he entrevistado a Dave Mustaine me habla muy mal de otros miembros de MEGADETH, pero nunca me habla mal de ti, aunque no se si en la época en la que te fuiste de la banda actuó de otro modo. ¿Crees que te tiene más respeto que a otros ex –miembros de MEGADETH?
“Creo que eso es porque, como te he dicho antes, nos llevábamos realmente bien. Los dos queríamos conquistar el mundo junto al resto de la banda. No sigo demasiado lo que hace o dice, incluso ni siquiera cuando estaba en la banda, por lo que no se lo que dice de mi o de otros miembros en la actualidad. Pero por alguna razón, no se cuál, MEGADETH atrae a gente en su organización que no es necesariamente devota hacia lo que hacen, por así decirlo. No solo miembros de la banda, sino también gente del crew y demás. Gente que acaba siendo despedida porque hacen alguna cosa rara y al final Dave los pone a parir por el motivo que sea. Mucha gente quiere ‘tener algo que ver con MEGADETH’ porque les parece guay y luego acaban dejándolo de lado y se cruzan con Mustaine. Mucha gente que le rodea son gente rara. Si estuviera rodeado de un crew totalmente profesional, un management totalmente profesional, de productores totalmente profesionales, de músicos totalmente profesionales…no creo que hablara tan mal de ellos. Pero cuando yo estaba en la banda, atraíamos a mucha gente extraña. Nunca supe porqué trabajábamos con esa clase de gente. Pero no me quiero meter en ello porque no se lo que está sucediendo en la actualidad. La realidad es que el y yo nunca tuvimos grandes problemas y, por tanto, no tengo nada malo que decir de él y espero que el tampoco tenga motivos para decirlo de mi”.
Tengo un artículo ante mi con la última entrevista que hice con él y en ella dice “estoy contento de que Marty esté contento. Es una personal que me importa mucho y a la que seguiría protegiendo si lo necesitara”. En la entrevista explicaba que, cuando tu te fuiste, el quería volver a los MEGADETH de sonido más tradicional porque es lo que la gente espera de la banda, mientras que tu tenías otra visión y optaste por marcharte para seguir esa visión. Y a esto me refiero: tiene mucho respeto cuando habla de ti. Cuando dejaste la banda tenías dos opciones: caer en el olvido para el resto de tu vida o reinventar tu carrera. ¿Cuál fue tu primera idea? ¿Tenías lo de Japón dando vueltas en la cabeza ya desde tiempo atrás?
“Desde que dejé la banda, tuve libertad total para hacer lo que quisiera. De hecho, incluso estando en la banda tenía esa libertad para editar discos en solitario cada par de años y esas cosas. Pero en ese momento, cuando dejé la banda, me quise plantear cuál era mi identidad musical real. Edité un disco llamado ‘Music For Speeding’, que es un título estúpido (risas). Odio cuando la gente me mete en la categoría de “guitarristas rápidos” y luego voy y hago un disco llamado ‘Music for Speeding’. Soy un poco idiota (risas). Pero me refería a ‘speeding’ en cuanto a conducir un vehículo. Bueno, volviendo al tema, era un disco muy solido y bien compuesto que me dejó muy feliz. Cuando hice ese disco, conseguí dar el primer paso para irme a Japón, porque en Japón las discográficas se estaban peleando por editarlo. Era extraño, porque era un disco instrumental y éstos no suelen importar a las discográficas. Yo acababa de salir de una gran banda, siempre tuve muchos fans mientras estaba en esa banda y había mucho interés por mi trabajo en solitario.”
“Mientras estaba en Japón, comencé a impregnarme seriamente de la música japonesa que tanto me había fascinado durante años mientras giraba por allí. Cuando estaba allí me di cuenta de que esa era la escena musical de la que quería formar parte como músico. Era el tipo de música que escuchaba, así que era el tipo de música que debería estar tocando. Hay tantas cosas pasando en Japón musicalmente hablando, que en todo momento supe que podría encontrar mi hueco. Comencé a tocar con artistas domésticos japoneses, colaborando con las superestrellas del país. Tal y como me mudé allí pude comenzar a colaborar con grandes artistas de la zona, de modo que mi nombre comenzó a sonar no como estrella de la guitarra extranjera, sino como artista japonés. Créeme, el mercado discográfico doméstico japonés es infinitamente más potente que el internacional. La música doméstica japonesa vende el 90% del total en comparación con lo internacional. Ese 10% restante incluye a U2, Mariah Carey, Beyonce y todo eso. El 90% de consumo de música doméstica es toda una constelación de estrellas japonesas. Son artistas que yo había seguido durante años y con los que llevaba queriendo trabajar mucho tiempo, pero mis obligaciones en MEGADETH me lo impedían. Tal y como fui para allá con “Music For Speeding” pensé ‘mi japonés es bastante bueno, puedo leer y escribir, debería probarlo’. Y nunca he mirado atrás. Es la mejor decisión que he tomado en mi vida”.
El idioma es, generalmente, muy complicado para los occidentales. Me han intentado explicar la diferencia entre hiragana y katakana mil veces y sigo siendo totalmente incapaz de comprenderla. ¿Cómo enfocaste tu aprendizaje del idioma?
“Bueno, al menos sabes que existen los conceptos hiragana y katakana (risas). Mucho antes de ir a Japón, estuve aprendiendo japonés. Durante todo mi tiempo en MEGADETH estudié japonés a través de profesores privados, cursos especiales y demás. Siempre que íbamos a Japón, me encargaba yo de hacer las entrevistas con los medios, hablando con la prensa en japonés. Cuanto más hacía eso, más me presionaba a mí mismo para aprender y tras un tiempo lo hablaba bastante bien. Cuando llegué, hablaba japonés muy fluido pero cuando llevas una temporada viviendo en algún lugar acabas acelerando el proceso mucho más, pensando en ese idioma incluso. A día de hoy, me cuesta hablar en inglés (risas). Hablo en inglés con mi familia y amigos en América, pero pienso y hablo en japonés el resto del día. De hecho, creo que sueno excesivamente educado cuando hablo inglés ahora”.
¿Tienes alguna certificación formal de tu nivel de japonés?
“No, nada de eso. Simplemente hacía cursos por correspondencia para aprender lo básico. Sabía hablar algo, pero tenía las bases reales, así que comencé a hacer un curso por correspondencia alrededor de la época de “Cryptic Writings” aproximadamente. Recuerdo que estaba grabando ese disco y estudiando mucho en el estudio de grabación. Pero nada formal,l a verdad. Fue algo muy autodidacta. Cuando estábamos de gira, la mayoría de la banda se dedicaba a jugar a videojuegos en el bus de gira, y yo me iba a un rincón con mis libros, a escribir kanjis y mejorar mi aprendizaje. Cuando vas sumando las horas que pasas en el bus y en aviones, las cuales dedicaba a aprender japonés, al final has hecho un aprendizaje realmente intensivo”.
Los japoneses valoran muchísimo que alguien realice el esfuerzo de hablar su lenguaje. El hecho de que hicieras entrevistas y el trato con los medios en japonés probablemente fue una de las cosas que más puertas te abrió.
“Exacto!”.
Eric Martin de MR BIG hizo un proyecto en Japón llamado MR. VOCALIST con el que consiguió cierto éxito, cantando temas de artistas occidentales en japonés.
“Lo se, yo toqué en una canción de ese disco! No recuerdo en que canción era, pero fue en su primer disco de ese rollo.”
El me explicó que la cantidad de música doméstica que se mueve en el lugar es increíble. Hay muchas bandas occidentales que piensan que son famosas en Japón y no son nada en comparación.
“No son nada de nada. Es un mito. Las bandas vienen de otros países y cuando llegan a sus países de origen dicen ‘oh, somos superestrellas en Japón’, porque total, nadie sabe lo que ha pasado realmente (risas). Puedes decir lo que te apetezca, porque nadie sabe cual es la realidad. La razón por la que las bandas van a tocar a Japón es porque los fans que hay en Japón, aunque no sean abundantes, son muy leales a sus bandas favoritas de metal. Las bandas siempre pueden venir a tocar clubs y los fans siempre estarán ahí. Es muy caro ir a tocar a Japón, pero los fans de la música internacional siempre están ahí, aunque sean un porcentaje mínimo de los seguidores de la música en general”.
Sergi Ramos (sergi@themetalcircus.com)
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