Nueva sensación desde Asturias que abre fuego con un trabajo que está dando que hablar no solamente a público y medios hispanos, sino que traspasa fronteras y Europa se hace eco con buenas críticas de Angélique. No es normal, así de simple. Tamaño disco como tarjeta de presentación se nos hace a todos bastante raro, y más si en una primera obra aparecen en los créditos la sinfónica de Bratislava y George Marino (AC/DC o Dream Theater entre muchos otros) en tareas de masterización. De verdad que no es broma… Pocas bandas tienen las ideas tan claras y tantos medios en sus primeros pasos. Definitivamente algo está cambiando en nuestro país, y curioso… es para mejor. Sani Fano es el alma mater de esta agrupación y justamete con quien debíamos hablar.

Supongo que os estarán llegando elogios por vuestro disco, me sumo a ellos y supongo que agradecéis, después de tanto trabajo, el cosecharlos.

Santi Fano: Muchas gracias. Sí, la verdad es que el álbum está recibiendo una respuesta más que buena tanto dentro como fuera de España y es algo que agradecemos profundamente. Por primera vez nos están acogiendo de manera excelente en países como Francia, Alemania o Polonia -e incluso Reino Unido-, como una banda con calidad y cosas que decir dentro de la escena internacional, sin ningún prejuicio por nuestra procedencia, lo cual es un hito en nuestra experiencia personal como músicos y algo -desgraciadamente- casi raro para bandas de nuestro país. Hemos puesto mucho esfuerzo en este disco, apostando fuerte sobre todo a nivel musical, y procurando ofrecer una obra de nivel internacional. El hecho de que ese esfuerzo se vea reconocido es algo que, sin duda, nos hace sentirnos en deuda y nos anima a perseverar en la misma actitud.

Definiría el disco como un viaje en montaña rusa en la que pasamos desde una iglesia gótica, cruzamos una mazmorra, como subimos hasta un universo futurista, ¡y muchas veces todo ello en una misma canción! ¿Estarías de acuerdo?

Santi Fano: Heh, Sí, aunque suene extraño es una descripción muy acertada de nuestro estilo. Estamos notando -no sin cierta satisfacción, lo confieso- que el público tiene dificultades a la hora de encasillarnos en un género determinado o de definir nuestra música de manera rígida y ello nos parece un síntoma positivo, un buen indicador de que hemos alcanzado, en gran parte, nuestro deseo de encontrar un sonido personal y un espacio interesante en el que expresarnos musicalmente. Somos personas de gustos musicales muy abiertos, en nuestros equipos de música pueden sonar con la misma facilidad Emperor, Amorphis, Puccini, Aphex Twin o Maiden y eso es algo que acaba calando en nuestra música.  En realidad, vemos a ANGELDARK como una banda de Metal oscuro y melódico del siglo XXI, con grandes influencias de la música clásica/romántica y de otros estilos aparentemente dispares como el metal extremo o la música electrónica. ¿Metal gótico-sinfónico con toques electrónicos? Sí, por qué no.

Es sencillamente alucinante ver la de medios utilizados en el disco. Supongo que la inversión en el disco será de una cifra mareante. ¿Estamos hablando de muchos ceros verdad?

Santi Fano: Qué va, ni mucho menos. La verdadera filosofía tras la producción del álbum, y en gran medida tras ANGELDARK como proyecto, es la total independencia creativa, el "háztelo tu mismo", y eso es algo más que decisivo en el resultado sonoro del álbum. El hecho de que sea la misma persona la que grabe, mezcle y produzca el disco, y que esa persona sea al mismo tiempo miembro de ANGELDARK, no sólo abarata enormemente los costes de la producción -pudiendo destinarlos otro tipo de "extras"- sino que permite alcanzar unos niveles de control del disco, de dedicación y pasión por los pequeños detalles, que son inalcanzables cuando una banda depende de un productor externo. Son esos factores los que, en definitiva, permiten realizar un trabajo tan cuidado como Angélique. Claro, no podemos dejar de imaginarnos lo qué podríamos llegar a hacer de contar con un presupuesto como el de que tienen bandas del nivel de Epica o Dark Tranquillity a la hora de afrontar una grabación… Pero, desgraciadamente, no es el caso. En este sentido, estamos en deuda con toda la gente que se volcó de manera totalmente desinteresada en nuestro proyecto, aportando su talento, y con Berto Rionda de Avalanch/Bunker por haberme dado vía libre total en su estudio para que yo pudiera tomar las riendas de la producción y llevar a cabo exactamente la producción que tenía en mente.

Es sumamente curioso la cantidad de bandas astures de heavy metal. Parece la “Finlandia española”. Lo curioso es que en las giras son pocos los grupos internacionales que pasan por allí. ¿Qué falla en la escena asturiana?

Santi Fano: Es cierto que en Asturias, como en Finlandia, hay muchas bandas de gran calidad y que existe un underground musical envidiable… Quién sabe, quizá exista una relación entre los bosques, las montañas y el Metal… Pero no, hablando en serio, creo que la comparación es algo exagerada y que hay otros puntos de la península con una cantera de bandas más que extraordinaria.  El problema de la ausencia de giras internacionales por aquí no tiene que ver con la escena, es meramente empresarial. Simplemente no hay el suficiente número de población, y por lo tanto de público, como para hacerlas tan rentables como en otros sitios. De todas maneras hay algunos promotores que se la juegan y nos traen alguna joya de vez en cuando.

Háblame de la experiencia de grabación con la sinfónica de Bratislava. ¿Viajasteis allí u os mandaron la grabación?

Santi Fano: Fue una experiencia mágica y sí, viajamos allí personalmente. Las grabaciones se realizaron en el Estudio 2 de la Radio Nacional de Eslovaquia, un edificio mastodóntico con forma de pirámide invertida en el que cada estudio de grabación tiene el tamaño de uno de nuestros teatros de ópera. Temíamos que la situación nos abrumara, pero nos sorprendió encontrarnos con un ambiente musical excelente y muy favorable en el que profesores y miembros de la orquesta nos trataban con un gran respeto como compositores e instrumentistas. Al final, estuve muy involucrado en el proceso de grabación en Eslovaquia, coordinando todos los aspectos artísticos de la interpretación musical y los elementos técnicos junto a los grandes maestros David Hernando y Othmar Eichinger. El trabajo con la orquesta resultó complejo en la práctica, pero a la vez muy divertido y tremendamente interesante desde la perspectiva del compositor y, sin duda, nos hizo crecer enormemente como músicos.

La mayoría de bandas que utiliza orquesta siempre apuestan por países del Este. ¿Supongo que la calidad-precio es la mejor?

Santi Fano: Es un factor importante, pero no el decisivo. Desde el primer momento, siguiendo el concepto del disco y pese a saber que era una actitud arriesgada y poco realista para una banda de nuestro nivel, compusimos las canciones teniendo siempre en cuenta una orquesta, creando las frases de guitarra eléctrica y batería al mismo tiempo que las voces de los cellos o del coro. Sin embargo, durante cierta fase de la grabación, se pensó en desistir ante la enorme dificultad de encontrar una orquesta que aunase nivel técnico, conocimiento de la música clásico-romántica europea y viabilidad práctica para llevar a cabo una grabación en un disco de Metal. Las orquestas del Este no sólo se nutren de los mejores conservatorios de Europa, sino que están muy acostumbradas a realizar grabaciones, utilizar auriculares y seguir una grabación previa de batería/claqueta, algo muy raro en el mundo de las formaciones sinfónicas, pero básico en una producción como la nuestra.

¿Cómo surge la idea de contar con George Marino en la masterización? Háblanos un poco del concepto de masterización pues la mayoría de gente suele confundir masterización y producción.

Santi Fano: Claro. La producción es un concepto muy amplio que engloba la dirección artística de un disco y los aspectos técnicos de ingeniería de grabación y mezcla. La masterización, por su parte, es el acabado final, el último paso técnico en el que se toman decisiones globales -de ecualización, compresión y dinámica, etc.- destinadas a unificar el sonido de las canciones y, en definitiva, hacer que la mezcla "suene a disco". Podemos decir que la interpretación de los músicos y las decisiones de grabación y mezcla -qué aparatos vas a utilizar para grabar, cómo vas a tratar los instrumentos, cómo y dónde encontrar el sitio idóneo para cada sonido, etc.- suponen el 95% del sonido de un disco pero, al mismo tiempo, el proceso de masterización es absolutamente crucial para el resultado final. No se trata de una proporción lineal: si partes de una mala grabación o mezcla, una gran masterización no va a conseguir que el disco suene bien; por el contrario, si tienes una grabación apoteósica, pero haces una mala masterización, el resultado puede ser desastroso y anular todo el trabajo de producción (véase la polémica con el último disco de Metallica). Sin embargo, cuando tienes una buena mezcla y haces una buena masterización, los aspectos positivos de la grabación quedan enormemente resaltados, mejorando exponencialmente el sonido final.

El trabajo con George Marino surge del juego inocente de leer los libretos de los discos de nuestras bandas favoritas -desde Sigur Rós a Dream Theater o Iron Maiden- y preguntarnos: "¿Por qué demonios suenan tan bien?". Nos dimos cuenta que George Marino era la constante, que él siempre estaba ahí, así que nos lanzamos a intentar que aportase algo de su magia a nuestro disco. Sin duda, mereció la pena.

¿Crees que podríais encontrar en España una orquesta al nivel de la de Bratislava?

Santi Fano: Al menos en nuestra experiencia hasta el momento, difícilmente. Y no porque no haya orquestas de enorme nivel, al contrario, hay formaciones excepcionales, sino por motivos técnicos como los que antes comentaba y por otros de tipo cultural. La Orquesta de Bratislava posee una tradición clásica y un nivel de eruditismo que pocas orquestas centroeuropeas pueden igualar, pero no se asusta a la hora de enfrentarse a música moderna. Las orquestas del centro y el este de Europa dominan el clasicismo alemán y el sinfonismo romántico húngaro o ruso como nadie -es su historia musical- pero a la vez están culturalmente preparados para trabajar con normalidad con compositores y estilos contemporáneos como el heavy metal, al cual respetan con total normalidad. El concepto de Angélique, que trata sobre la composición de una ópera por parte de un músico romántico ficticio, implicaba el enfrentamiento del heavy metal con la tradición sinfónica y operística centroeuropea del XVIII y XIX.

No obstante, huimos deliberadamente de clichés a la hora de plantear este paralelismo. Pese a la orquesta, Angélique no es un álbum orquestal. Es un álbum, por encima de todo, de Metal. La influencia de la música clásica es constante pero sutil: no aparece exclusivamente -como muchas veces estamos acostumbrados- en determinadas secciones que parecen gritar "mirad, somos una parte neoclásica", sino que está siempre presente en la manera de emplear las armonías, el uso del leitmotiv para conceptos y personajes, la manera de construir y estructurar los temas… Pusimos mucho empeño en no dejar que el sonido sinfónico ahogara a la banda de Metal. En el disco la banda es la protagonista total, está siempre mandando, delante, y las influencias orquestales aparecen con la misma naturalidad que surgen, por ejemplo, las de música electrónica.

¿Para conseguir este nivel global hay que salir fuera de España obligatoriamente?

Santi Fano: Cada vez menos. Gracias a los medios de comunicación y las tecnologías que tenemos a nuestra disposición es más fácil trabajar a un nivel global sin moverse demasiado. Sin embargo, es cierto que nosotros quisimos plantear el disco como una experiencia internacional desde el primer momento, sin ningún tipo de complejo. Además de en Asturias, Angélique se ha forjado en Eslovaquia, Estados Unidos, Finlandia… y sin duda este hecho ha contribuido a que tanto su sonido como su planteamiento estético sea más internacional… Que esta manera de trabajar resulte excepcional en nuestro país es lo verdaderamente excepcional dentro del panorama internacional y puede que esto haya influido en el cierto aislamiento histórico que parece tener nuestra escena.

A pesar de la notable inversión habéis colgado el disco en internet a disposición de todo el mundo. ¿Os adaptáis a los tiempos que corren en plan: si no podemos con el enemigo nos unimos a él?

Santi Fano: Simplemente, actuamos de una manera realista en el panorama musical actual. Parece que cierta parte de la industria tradicional sigue resistiéndose -aunque cada vez menos- a aceptar que internet lo ha cambiado todo y creemos que, pese a parecer una decisión radical, el hecho de colgar nuestra música en nuestra página web no es sino esencialmente coherente con los hábitos musicales de nuestra generación. La calidad de sonido de un CD sigue siendo muy superior a los formatos informáticos, pero el hecho de tener una copia física, coleccionable, con libreto, etc., tiene hoy en día un valor añadido, más simbólico. Creemos que el público del Metal es un público culto e inteligente musicalmente, que sabe que comprar un álbum es hoy en día casi la única manera de apoyar un proyecto musical independiente como el nuestro y que, en consecuencia, apoya a una banda cuando le gusta verdaderamente. Claro, el hecho de soportar muchas descargas en nuestro servidor online conlleva mucho costo, y por ello en su día deberemos evaluar si este deseo nuestro puede ser verdaderamente sostenible a la larga, o no. De momento, la respuesta está siendo más que positiva.

Realizando un disco debut de esta calidad hará que os tengáis que superar con vuestra segunda entrega. ¿Os asusta o hay la ambición del reto?

Santi Fano: Por supuesto, estamos muy ilusionados y confiados. Esto no deja de ser un disco debut, tenemos mucho más que decir y estoy seguro de que ANGELDARK puede llegar, con tiempo, esfuerzo y experiencia, mucho más lejos. Personalmente creo que el reto más inmediato es el de plantear nuevos senderos musicales. No queremos condenarnos a repetir un Angélique con cada disco. ANGELDARK aún tiene facetas musicales mostradas sólo tímidamente, pero dignas de explorar.

¿Crees que quizá al disco le falte un single claro, poco minutaje y melodía y gancho fácil o no había espacio para ello por lo complejo del estilo del grupo?

Santi Fano: Todo surge del fondo conceptual del álbum. Evidentemente, con Angélique no quisimos hacer un disco con las características que comentas, sino una obra muy elaborada a nivel musical y conceptual, que nos permitiese ahondar en todo tipo de paisajes musicales incluso opuestos. Queríamos hacer una obra musical de valor "per se", ser honestos y sentirnos totalmente libres a la hora de componer, sin pensar en tener singles, sonar en la radio o convencer a uno u otro público.  Aunque hay temas con estructuras más o menos convencionales, como "Wolf", "Rain" o "In My Dreams", es cierto que en el disco buscamos deliberadamente desarrollos largos y heterogéneos, temas llenos de matices que aparecen sólo tras varias escuchas. Sin embargo, y aunque suene paradójico, creo que el disco es, al mismo tiempo, bastante directo y lleno de melodías abiertas, si bien de una forma no obvia. Estoy seguro de que sabes a lo que me refiero y es una cualidad que se hace patente ya en la primera escucha. Precisamente, y en relación con la pregunta anterior, quizá el futuro cercano de ANGELDARK, a nivel compositivo, pase por capturar estas tendencias en temas más condensados e inmediatos. Veremos.

¿Con que bandas os suelen comparar? No es sencillo encontrar a bandas nacionales similares…

Santi Fano: Es cierto y, como te comentaba al principio, creemos que es síntoma de haber dado con un sello personal, con un terreno propio. Curiosamente, la gente suele describirnos utilizando comparaciones entre bandas y estilos aparentemente opuestos. Hoy mismo leía una review francesa que nos describe "como si Dark Tranquillity hiciesen power metal". Vemos que nos aplican mucho las etiquetas "gótico", o "sinfónico", y es habitual ver referencias a gente tan dispar como To/Die/For, Epica, Moonspell, Evergrey, In Flames, HIM, Therion o Pain. No sonamos como ninguno de ellos, y probablemente estemos más cerca de unos que de otros, pero no nos molesta ninguna de esas referencias. Como digo, hacemos un metal oscuro y melódico de vocación internacional que no duda en echar mano de influencias extremas o electrónicas.

Escuchando el disco se hace difícil imaginar como os las arreglaréis de cara al directo. ¿Vais a tirar de sampleado, supongo, pero para la voz femenina buscaréis a una cantante de ópera?

Santi Fano: Angélique es un disco en el que el Metal es el estilo dominante, diseñado para guitarras, teclados, baterías y voces, y puede defenderse bien con una formación tradicional sin demasiados artificios además de alguna secuenciación electrónica. En este sentido, no tenemos más dificultades de las que pueden tener Evergrey, Leave’s Eyes o cualquier banda del estilo, no hay por qué tener complejos. Con alguna de las formaciones musicales en las que militamos anteriormente, como The Stormrider, ya adquirimos mucha experiencia a la hora de trabajar en directo con otros músicos, utilizando varias voces y girando habitualmente con una soprano lírica, así que ese es nuestro plan. De esa experiencia surgió también la idea de llamar a Berenice Musa de los gothic-death Tears of Martyr para colaborar en el disco, una voz impresionante que sin duda enriquece enormemente nuestras canciones. Continuamos teniendo una muy buena relación personal y seguro que seguiremos colaborando en el futuro, tanto en estudio como en directo, pese a que también trabajemos con otras cantantes.

¿Cuáles son los planes más inmediatos para la banda?

Santi Fano: Ahora mismo estamos en pleno proceso de afianzamiento del proyecto y enfrascados en la composición de un segundo álbum. Nuestro plan es comenzar a grabarlo durante el año que viene y editarlo lo antes posible, para salir a la carretera con buen repertorio y ya un pequeño hueco labrado. Mientras tanto, continuaremos dando a conocer Angélique, ofreciéndolo a través de nuestra página web, encontrando nuevos canales de distribución y tramando alguna que otra sorpresa.

 

Jordi Zelig Tàrrega