“Time”, tiempo. Pocas veces el título de un álbum resumió de forma tan clara, concisa y fidedigna el sentimiento de todo un colectivo de fans hacia el lanzamiento. Recuerdo la primera vez que tuve la ocasión de ver en directo a WINTERSUN. Fue en el Wacken 2006, serían no más de las 12 de la mañana, y hacía un sol de justicia. Por aquel entonces, Jari Mäenpää y su grupo de mercenarios descargaban los temas de su homónimo disco debut, concretamente siete de los ocho temas que contiene, como solían hacer entonces. Entre tema y tema, recuerdo a la perfección como el propio líder y ex ENSIFERUM se auto promocionaba anunciando que, tras ese mismo verano, un nuevo disco de WINTERSUN vería la luz. Lo que el respetable no podía ni imaginar era que ese momento indeterminado “después del verano” iba a terminar siendo, concretamente, de 8 años. Ocho años, que se dice pronto, han pasado desde que la banda debutara en estudio. Lo que para prácticamente cualquier formación hubiera sido un destierro definitivo hacia las tierras del olvido, afortunadamente para Jari Mäenpää no ha supuesto más que un “hype” de proporciones bíblicas, alimentado por la expectación del gentío, aún relamiéndose tras el gran sabor de boca que dejó su predecesor, sediento con ganas de más. Un admirable ejercicio de fidelidad por parte de los fans que descubrirán ahora si el lanzamiento cumplirá con las expectativas generadas. Para añadir más leña al asunto, Jari decide dividir “Time” en dos mitades, la primera a la venta en el mes de Octubre (la que tenemos entre manos) y la siguiente dentro de unos meses que, esperamos, no terminen convirtiéndose en años, cosa poco probable porque, según parece, los temas ya están terminados. 

Tras una portada que parece mágica y que, por cierto, finalmente no es aquella que hace unos meses / años se filtrara en los medios especializados, se esconde algo grande, muy grande. “Time I” es un disco que por su elevado grado de complejidad se hace difícil de analizar, mucho más que “Wintersun”. El trabajo, sin ser conceptual, ha de ser escuchado de principio a fin, y pierde atractivo con una escucha salteada. Los temas se entrelazan sutilmente entre sí para ofrecer un conjunto que se retroalimenta a sí mismo y que ha de ser analizado como decimos conjuntamente, pese a que nosotros aquí procuremos hacer un análisis más o menos en detalle de cada tema. Consta de cinco pistas de las cuales dos son instrumentales, lo cual nos deja un total de tres temas… cantados. Y digo cantados porque, repito, el disco tiene cinco pistas, nada de intros o interludios. Y es que tanto “When Time Fades Away” como “Darkness and Frost” contienen todos los elementos instrumentales que el resto de temas exceptuando la voz, son composiciones con sentido propio dentro del trabajo y que, igual que si contuvieran voz, han de ser tenidas en cuenta y merecen ser disfrutadas igualmente. No estamos ante el típico caso de “intro” o “interludio” que poco o nada tiene que ver con el resto de temas. En este caso no deben considerarse pistas que uno salte cuando adquiere el disco, ni mucho menos. De duración es un disco corto, si bien tiene una duración de 40 minutos. Sin embargo, tampoco aquí apreciamos una tara sino más bien una virtud, y es que con semejante grado de complejidad en las composiciones cualquier disco de 50 minutos en adelante hubiera sido considerado como aburrido o monótono. “Time I” se disipa inteligentemente justo cuando uno empieza a aventurar la idea de monotonía. Tengamos en cuenta nuevamente la cuestión de la división del trabajo en dos partes, y consideremos que a buen seguro de habérnoslas presentado de forma conjunta, a muchos se nos habrían terminado por cerrar los ojos. Sin embargo esos 40 minutos que “Time I” dura se antojan trepidantes, emocionantes incluso, y no llegan en ningún caso a causarnos la sensación de pesadez.

Ya hemos avisado de la importancia de escuchar “Time I” de forma ordenada y conjunta, de principio a fin, pues pierde de otra forma. Además, es preciso advertir que, para quienes accedan a la primera escucha con “Wintersun” aún en mente, ese primer contacto con “Time I” será para romperos los esquemas. Poco más que la sensación de enfrentaros a algo muy distinto y mucho más complejo sacaréis de esa primera experiencia con los nuevos temas. “Time I” es el eslabón perdido entre heavy metal y música clásica, una composición multinstrumental casi dividida en actos que muestra la mejor de las versiones compositivas de Jari Mäenpää. Con un grado de complejidad similar al de cualquiera de los últimos trabajos de NIGHTWISH, “Time I” es casi más una película sonora, una superproducción hollywoodiense. Bombástico, espectacular, con altos y bajos, que nos mece entre composiciones ambientadas en el frío y la nieve del norte de Europa. 

“When Time Fades Away”, el tema instrumental de apertuda tiene toques orientales. Épico, multinstrumental, no es sino un anticipo de la orgía sonora que de forma completamente armoniosa y ordenada llevarán a cabo los instrumentos durante los siguientes cortes. Como decimos un tema instrumental, compuesto como el resto por Jari y su equipo y que hace las veces de introducción. Poco a poco, la introducción va dejando paso a “Sons of Winter and Stars”, que irrumpe sin corte alguno como si de un todo se tratara. Rompe la guitarra, entra la batería en blast-beat, y todo parece recordarnos a “Wintersun”. Vuelve el death melódico, pero en esta ocasión en su versión más “epic”. El corte más largo del trabajo es, como el resto de temas, una superproducción en toda letra, perfectamente analizable con las estructuras de la música clásica. Mezcla partes rápidas, afiladas y clásicas con elementos innovadores como largos fraseos con voz limpia al más puro estilo Hansi Kursch (BLIND GUARDIAN) en “At the Edge of Time”. Mantienen una más que reconocible identidad a la que han sumado elementos innovadores basados en la multinstrumentación y la fantasía musical. Frente a los elementos innovadores, su versión melodeath pierde fuerza, mostrándose solo en momentos muy puntuales del trabajo.

“Land of Snow and Sorrow” tiene un tono más pausado. Con partes que rallan el medio tiempo, nuevamente encontramos fraseos varios, por ejemplo en su estribillo, que nos recuerdan al timbre de voz de Hansi Kursch. Estribillo muy melódico, nada que ver con nada que oyéramos previamente en “Wintersun”, sin embargo, si es algo que se repite frecuentemente en “Time I”. Afrontando la recta final, “Darkness and Frost” supone un interludio de poco más de dos minutos de duración en el que los punteos de guitarra son los absolutos protagonistas. Su caída da paso a “Time”, corte final que entra sibilinamente tras el interludio que le precede. El tema contiene las mejores intervenciones vocales de Jari Mäenpää en todo el disco, tanto a nivel gutural como a nivel melódico. Tan buenas, que me gustaría verlas en directo, ustedes ya me entienden. En cualquier caso, quizá el tema más brillante del álbum. Sentimentalista, cargado de rabia y fuerza canalizada a través de la voz de su mainman. 

El camino lo marcó “The Way of the Fire”. El tema, que finalmente no fue incluído en “Time I”, fue interpretado por la banda en numerosas apariciones en festivales desde 2010. Presumiblemente incluido en “Time II”, mostraba un lado inusitadamente orquestal y progresivo para unos WINTERSUN que hasta ahora eran etiquetados de “power melodeath”. Era un tema de más de 10 minutos de duración, y aunque no debiera sorprender debido a la duración de cortes como “Beautiful Death” o “Starchild” incluidos en “Wintersun”, lo cierto es que hizo sospechar al más avispado. El misterio finalment se desvela con cinco temas deudores de las más complejas composiciones y creaciones que jamás hubiéramos imaginado de Jari Mäenpää. Desarrolla un estilo propio basado en el preciosismo musical y toques, cada vez más difusos, de melodeath escandinavo, aderezado con pinceladas de folk metal. No sabemos el resultado de llevar semejante mastodonte al directo, más teniendo en cuenta el carácter multinstrumentista de Jari, pero si nos permiten, vamos a guardarnos los palos para cuando haya que darlos. Sobresaliente obra de metal melódico, corta, concisa y brillantemente ejecutada no solo por Jari, sino por el resto de músicos. Ya podemos decir que tras pérdidas de grabaciones, problemas diversos y numerosos retrasos en su fecha de lanzamiento, la espera ha merecido la pena.  

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Raúl del Amo (rauldelamo@themetalcircus.com)

Grupo:Wintersun

Discográfica:Nuclear Blast

Puntuación:9

Canciones:

  1. When Time Fades Away
  2. Sons of Winter and Stars
  3. Land of Snow and Sorrow
  4. Darkness and Frost
  5. Time

Año:2012