Bob Wayne: Till the Wheels Fall
Muy grande. Enorme. Bob Wayne es un francotirador, un tipo que le trae al pairo todo lo que suceda en la escena musical internacional. Fiel a sus orígenes, toma a Johnny Cash como Dios y ama a todo tipo de artistas que van más allá de Hank III o Shooter Jennings. Pentagram y Pantera son por ejemplo algunos de sus grupos predilectos. Lo mejor de Wayne es que el tipo es auténtico. Se hizo a si mismo en Internet y rodando de un lado a otro tocando su guitarra. Un tipo duro, curtido en la carretera, licenciado en los bares y diplomado en la escuela de la calle. El otro gran logro que lo hace absolutamente especial son las bellísimas letras en las que dice las cosas por su nombre y verdades como puños. Creo que el nombre del disco lo dice todo. Mientras las ruedas no caigan la road movie va a continuar.
Violines, banjos, guitarras acústicas… Todo tipo de instrumentos folk asoman en este disco en el que brilla la voz y las palabras de Wayne. El aroma de western es constante y todos los temas poseen mucha alma y gracia. Es un disco que entra de primeras y que nunca se hace repetitivo ni aburrido. Es espectacular la historia de “A Pistol and a 100 Dollar bill”. El inicio con el silbato del tren en “Till the Wheels Fall Off” es pura música de persecución y de carretera. Las composiciones apenas alcanzan los tres minutos, pero tanto da, suficiente para demostrar galones y credibilidad. Wayne la posee toda. Detrás de cada corte hay una bella historia costumbrista de su Nashville natal.
La melosa “All My Friends” funciona muy bien con ese violín y esos coros doblados, pero los cortes más rápidos son los más atractivos como la folkie “Get There When I Get There” que suena absolutamente igual de lo que hacen hoy en día Skyclad. “Fuck the Law” es una gran dosis de actitud, algo de lo que este cowboy va sobrado. La inclusión de la voz femenina en “Lyza” también funciona de maravilla. Es una sorpresa doble el final con “Spread My Ashes on the Highway”. Por un lado por la declaración de intenciones del título, pero luego, ¡por poner los agradecimientos cantados al final de la composición! Una idea tan sorprendente como efectiva. Este tipo es un crack.
Junto con Hank III Wayne es de lo más atractivo de la escena country-rock ya que parece que Shooter Jennings no recupera su versión más inspirada. Disco a disco y gira a gira Wayne va ganando adeptos a base de actitud y galones. Es un pacer que en este negocio consigan llegar a hacerse un hueco gente como este cowboy. Eso demuestra que siendo honesto consigo mismo, con grandes dosis de autenticidad y ajeno a todo el negocio se puede llegar. Si alguna multinacional quisiera crear un producto como este outlaw, sería imposible. Tan imposible como crear un Eric Sardinas. Hay gente que nace con estrella y Wayne es un ejemplo claro. Escucha este disco en la carretera y reza para que las ruedas de tu coche no digan basta. No hay mejor banda sonora para tragar asfalto durante horas y horas.
Jordi Zelig Tàrrega
Grupo:Bob Wayne
Discográfica:Century Media
Puntuación:8.5
Canciones:
- Til the wheels fall off
- There aint diesel trucks in heaven
- All my friends
- Get there when I get there
- Fuck the law
- Lyza
- Devil son
- Wive of three
- Lost Vegas
- All those one night stands
- Hunger in my soul
- A pistol and a 100 dollar bill
- Spread my ashes on the highway
Año:2012
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