Ring Of Fire: DREAMTOWER

Cuando se habla de metal de corte progresivo es evidente que se entra en
una dualidad conflictiva, estilísticamente hablando. Hoy en día, a cualquier
cosa con más notas de lo normal se opta por denominarlo así y, he aquí la
confusión evidente respecto a los teóricos clásicos de los setenta. Ahora
bien, si intentamos acostumbrarnos a etiquetar como progresivo cualquier eficacia
virtuosista, RING OF FIRE demuestran cómo hay que conjuntar la elocuencia
instrumental con una dosis necesaria de comercialidad compositiva. RING OF
FIRE cuenta en sus filas con gente tan competente como el batería Virgil Donati
(PLANET X, entre otros), el teclista Vitalij Kuprij y, como principal reclamo
respecto a su inicial "The oracle", el gran maestro de las seis
cuerdas Tony MacAlpine. Hasta aquí, obviando el nivel instrumental del combo,
RING OF FIRE pasarían a engrandecer la lista de dream teams progresivos que
editan discos como si de jam sessions se tratase, pero, lo que les hace destacar,
o diferenciar de la muchedumbre, es en la manera de enfocar las líneas vocales
que Mark Boals (exYNGWIE MALMSTEEN) transmite en cada corte. Aunque a muchos
les parezca un plagio descarado de la época dorada del sueco en lo neoclásico
de los riffs de guitarra, cortes como la inicial "My deja-vu" convencen
tanto en técnica como en melodía. Los medios tiempos plagados de encanto sinfónico
de "Dreamtower" o "Laputa" conviven con aparente naturalidad
con propuestas más enérgicas como las explosivas "System utopia",
"Invisible man" y "Refuge of the free", haciendo que el
disco no aburra y sorprenda en casi cada pista. Cortes lentos como "Make
believe" o "Blue sky" denotan, además,  la aparente comodidad
con la que se desenvuelve Mark en este tipo de tesituras melódicas. Supongo
que RING OF FIRE serán tratados desde un anonimato, incluso, lógico, pero,
al menos logran recuperar, de una manera moderna, las no tan viejas estructuras
melódicas de los ochenta.