A pesar de todo esto, la banda cumplió con creces con el show a pesar de ser únicamente la segunda fecha del tour europeo y andar algo cortos de rodaje, y la sala BUT pudo disfrutar de un buen concierto de Rock and Roll para empezar con fuerza la temporada.

Es curioso como ciertos dinosaurios se resisten a extinguirse, y no solo eso, sino que consiguen reinventarse y seguir en la pelea año tras año a pesar de que el resto del universo, capitaneado por ellos mismos, trate de enterrarlos.  Y no solamente es admirable, sino que a la larga, son estos supervivientes del rock los que configuran la escena y los que impulsan al resto a seguir adelante.

The Darkness se sitúa sin duda en esta categoría. Con una ascensión meteórica a principios del nuevo siglo y un hundimiento casi de igual magnitud a mitad de década, los hermanos Hawkins han sabido en cierta manera reinventarse y volver al candelero, consiguiendo unas cifras de asistencia a sus conciertos más que razonables. Del antiguo circo de falsetes y lentejuelas quedan ciertas reminiscencias que son imborrables, a pesar de que la banda haya tratado de menguar el lado cómico y dotar de mayor consistencia e intensidad el lado más tosco del rock and roll, como demostraron el pasado fin de semana en Madrid.

Desde los primeros acordes de “Barbarian” se ve a una banda enchufada, espídica, poderosa. No hay sitio para bromas, con un hipermotivado Justin que no para de correr de una punta a otra del escenario hasta el momento del primer sólo, cuando se cuelga por primera vez la guitarra demostrando a todo el público de lo que es capaz.

El problema viene después. A medida que avanza el show y los fuegos de artificio del principio se diluyen, se dejan entrever las carencias de una formación que si bien son musicalmente brillantes, llevan ya varios lustros de escasa brillantez compositiva. El hecho de que la mayor parte de su show se base aún en su primer largo y que apenas haya un par de referencias a su último trabajo demuestra que la propuesta de The Darkness hace tiempo que no enamora. Incluso con el paseo final de Justin a hombros de su roadie resulta algo anacrónico.

A pesar de todo esto, la banda cumplió con creces con el show  a pesar de ser únicamente la segunda fecha del tour europeo y andar algo cortos de rodaje, y la sala BUT pudo disfrutar de un buen concierto de Rock and Roll para empezar con fuerza la temporada. Y, como no, berrear como posesos aquello de “I Believe In A Thing Called Love” como si no hubiera un mañana.

Fotos: Javier Bragado / Texto: Luis Soto

Promotor:Noise On Tour

Día:2016-01-15

Hora:21:00

Sala:But

Ciudad:Madrid

Puntuación:8