Gran noche de manos de una banda que muy pocas veces decepciona, y más si les añadimos a unos Sex Museum rozando un nivel espectacular. Había muchas ganas, tantas que una sala tan grande, aparentemente, como podía ser la Razzmatazz 1 quedó a casi tres cuartos de entrada. Lo dicho, todo un logro.

Llegamos cuando los Sex Museum se despedían, pero lo suficiente para apreciar que la actitud del grupo, su sonido y su estilo están plenamente consolidados. Incluso hubo gente en la sala que me preguntaba si eran extranjeros, todo un piropo, pues el nivelazo que atesoran les avala.

La entrada de los Distortion fue plenamente desenfadada y con actitud punk. Entre el público abundaban los tatuados con boina, una estética totalmente inspirada con el bueno de Mike Ness. Y del inicio sólo podemos referirnos a él como espectacular, pues empalmaron sin tregua ni descanso “Dont Drag Me Down”, la inconmensurable versión de Johnny Cash “Ring of Fire” y “Reach for the Sky”. Eso sí que es entrar a matar.

El sonido estuvo perfecto, y eso que en algunas ciudades de la gira ha sido más que criticado. Una de las grandes novedades era ver a Atom Willard en sustitución del querido Charlie Quintanta después de diez largos años en la banda. La verdad es que el exOffspring estuvo perfecto en su puesto. Posee una gran técnica, un vuelo espectacular en los golpes y mucha pegada. Parece que haya nacido para tocar en los Social D.

La reacción de la sala ante semejante ataque inicial fue rugir de alegría a la vez que muchos vasos semillenos de cerveza volaban hacia las primeras filas. Le seguirían “Highway 101” y la imprescindible “Mommys Little Monster” que volvió a encender a la concurrencia. Ver a Mike Ness sobre las tablas es todo un lujo, especialmente catorce años después de su anterior visita. Es pura actitud y toda una personalidad sobre el escenario.

Se fueron sucediendo trallazos como “Sick Boys”, “I Wont Run No More” o “Cant Take It With You”, un enorme repaso de Greatest Hits que colmó a los muchos asistentes, pero especialmente a las bulliciosas primeras filas, que demostraron una entrega total.

Desgraciadamente el set list dejaría fuera todos los temas del “White Light, White Heat, White Trash”, una lástima pues para muchos es definitivamente su obra cumbre. Continuaron con “Bad Luck” y el coreo masivo de los temas hizo del concierto algo muy especial. Una de las grandes sorpresas de la noche sería la inclusión de una versión de Hank Williams, ni más ni menos que el “Alone and Forsaken” al que le seguirían “Prison Bound” y “Still Alive”.

Los bises ya habían caído por lo que todo apuntaba a que era la despedida. Incluso llegaron a encender las luces y los roadies a retiraban el material. La monumental bronca y la lluvia de cervezas fue tan espectacular como insólita. De hecho se armó tanto que las luces murieron otra vez para que los de Ness volvieran para ofrecer un par de temas más. “Story of My Life”, que sería el momento de la noche y convirtió la sala en un karaoke masivo, y la genial “Ball and Chain” que supuso el broche de oro tras hora y media de actuación.

Pareció como si Mike Ness jugara a empatar, cumpliendo bien y dejando que las emociones, tras tan largo tiempo de espera, terminaran por sacar adelante el show. Y así fue, nadie pudo salir defraudado, pero con diez minutos más de concierto y un poco más de entrega aquello podría haber sido de ensueño. Esperemos un nuevo trabajo y no tener que esperar 14 años más a volverlos a ver por la Ciudad Condal.

Jordi Zelig Tàrrega

Asistentes:1000

Día:05/06/2009

Hora:21:00

Sala:Razzmatazz 1

Ciudad:Barcelona

Teloneros:SEX MUSEUM

Puntuación:8