MILLENCOLIN + ATLAS LOSING GRIP + TWOPOINTEIGHT
Cuándo en ésta página alguno de los lectores lee el término «sueco» enseguida le vienen a la cabeza docenas de referencias de bandas tales como In Flames, Arch Enemy, Amon Amarth o The Haunted, por nombrar algunas de las más accesibles al público general. Pues bien, seguramente lo último que esperabais de un tour dónde las tres bandas son de origen sueco, es que ninguna sea de nuestro querido género del «metal», aunque con suerte os sonará el nombre de «Millencolin» a más de uno.
Y es que la banda, formada en Örebro en 1992, forma parte de la época gloriosa del punk-rock sueco, de la que surgieron otras grandísimas bandas como Refused. Desde entonces su actividad ha sido constante, manteniendo su formación original y ganando fans alrededor del mundo, algo que les ha llevado a girar por nuestro país desde tiempos inmemorables de la mano de Cap-Cap.
Lo especial del asunto esta vez es que el cuarteto conmemoraba el décimo aniversario del lanzamiento de su disco de referencia, Pennybridge Pioneers, y ofrecía a sus fans la posibilidad de disfrutar al completo del álbum, junto algún que otro clásico más. Pero antes de eso fueron Atlas Losing Grip los encargados de abrir la noche, liderados por Rodrigo Alfaro de los desaparecidos Satanic Surfers, y caldear el ambiente para lo que estaba por venir. A su favor diremos que el sonido no les hizo justicia para nada. Tras ellos, Twopointeight, con un sonido bastante más bueno dejaron todo preparado para el gran momento de la noche.
Con el mítico redoble de caja que da comienzo a «No Cigar», primer tema de Pennybridge Pioneers, y mitiquísimo corte del videojuego de Tony Hawk, salieron al escenario los encargados de transportarnos de nuevo a nuestra adolescencia. A lo largo de aproximadamente una hora y cuarto vimos enloquecer al público de la capital, brazos en alto, cervezas volando… Pero sobretodo pudimos ver a unos Millencolin que aun disfrutan tocando, y que congenian a la perfección entre ellos, dejando a un lado las individualidades y comportándose como un grupo. Recurriendo al clásico tópico que enfrenta la capital con Barcelona, se aseguraron la colaboración de un público que por nada del mundo iba a dejarse ganar por «el eterno enemigo». Una vez ya tuvieron a todo el mundo metido en el bolsillo se dedicaron a hacer lo que mejor saben, música. Aunque los años no perdonen a nadie, a Millencolin se les vio más animados que de costumbre, en especial a Mathias que no dejó de coquetear con el respetable en numerosas ocasiones, despertando la locura en las primeras filas cada vez que acercaba su guitarra a la enloquecida masa de manos que ansiaban tocarla.
Una vez finalizados los catorce temas que componen el disco, los suecos ofrecieron una selección de nueve canciones entre las que se encontraban algunos de sus mejores clásicos, como Bullion o Black Eye, con la que cerraron un concierto apoteósico. ¡Esperamos verles pronto de nuevo!
Texto y fotos: Rubén Navarro
Promotor:Cap-Cap
Asistentes:500
Día:23/09/2011
Sala:Penélope
Ciudad:Madrid
Puntuación:7
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