LED ZEPPELIN
La tormenta llego a su fin y en el cielo las puertas para iniciar una nueva historia, los grandes sacerdotes aztecas se reúnen en la pirámide para marcar los códices, una tormenta eléctrica nos hechiza y nos prepara para un largo viaje, la ceremonia esta por llegar a su fin y desde la ciudad de México iniciamos un viaje mágico hasta Londres lugar en donde de nueva cuenta veríamos caer del cielo Metal puro. En un viaje bastante largo y con sentimientos encontrados nos dirigíamos a esta ciudad; era todo una momento histórico pero que nos preparaba para recibir una fuerte descarga de metal.
Las horas llegaron a su fin pues nos acercábamos al viejo continente y lo primero que emprendí fue buscar en mi agenda el teléfono de nuestro gran amigo Mike Fulton, representante de la empresa organizadora el cual había extendido la invitación para estar en el evento. Todo marchaba de maravilla: por vez primera pisaba suelo ingles en medio de una travesía con atmosferas agradables todos respirábamos y hablábamos un mismo idioma llamado “Led Zeppelin”, allá por donde caminaras o te sentaras a comer escuchabamos música de esta banda como parte de una antesala.
A pesar de que el evento estaba en marcado para iniciar a 21:30 me encamine al sureste, lugar en donde esta localizado el O2 Arena, para contactarme con Mike, durante nuestro recorrido todo parecería como si fuese un mundial de futbol: el auditorio se encontraba con largas filas a sus alrededores con fanáticos quienes se habían quedado con tres días de anticipación para ser parte de este suceso histórico musical. Siguiendo nuestro recorrido por fin llegaba a la tan esperada sección de prensa lugar en donde para ingresar era toda una aventura, después de una larga espera las puertas del cielo por fin se abrieron para traspasar la gran barrera periodística que se asentaba como una autentica trinchera de guerra.
Realmente estábamos en un concierto no muy usual, ante un escenario bello pero muy pequeño para la actuación de una mastodóntica banda, el tiempo se estaba agotando faltaba poco para iniciar con toques de alta elite los lugares preferenciales se llenaban con la presencia de grandes personalidades del mundo musical con nombres como: Bill Wayman, Paul Rogers y hasta el gran maestro Mike Jager vestían de gala la Arena 02 y también se preparaban para el gran momento de ver a Led Zeppelin. Mientras, en las afueras de la Arena, los escasos boletos eran presa de rapiña ya que conforme transcurrían los minutos el costo del boletaje ascendía mas y mas de valor de 180 euros que constaba la entrada hubo quienes lo revendieron hasta en 1,500 euros .
El concierto
10.00 pm: El publico comienza a hacer sonar las palmas de sus manos. Un gran acontecimiento esta por iniciar: las puertas del recinto comienzan a sellarse, de pronto las luces se debilitan y esto se convierte en una locura, en el fondo una pantalla comienza a proyectar imágenes con un poco de historia de la banda los cuales al salir en la pantalla la ovación crece y la adrenalina se dispara, la caldera esta en un punto de ebullición máximo y eso que aun los condimentos no están colocados. De pronto, entre las tinieblas oscuras de la ciudad de Londres cuatro tripulantes muy elegantes hacen arribo. En este momento un escalofrió llega a nosotros: si los primeros acordes de la primera detonación provocan que la cúpula de este gran domo se destape para escuchar de su primer álbum “Good Times Bad Times”, provocando que el cuero se nos enchine. Carajo. 27 años de espera llegaban a su fin para que de nueva cuenta y de manera oficial 16 grandes temas del set list de Led Zeppelin fueran extraídos del baúl y se compartieran con los 20 mil asistentes que de manera prodigiosa escuchábamos las notas maestras de estos dioses. Por su parte Robert Plant parecía estar bien preparado para lo que viniera ya que interpretaba con ese lujo de voz aguda las primeras estrofas de “Good Times”. Escalofriante resultaba ver a estos tíos, pero el tiempo apremia y “Ramble On”, se introduce sin pedir permiso en nuestros oídos, la Magia pura del Metal estaba ante nosotros el tiempo parecía favorecerles ya que con una maestría y perfección se entregaban a un publico fiel que los ha estado esperando.
Por su parte Jimmy Page, hace acto de presencia y solo basto que Plant abandonara unos instantes la sala para asumir la responsabilidad de esta aeronave; Page en medio de una luz tenue levanta su brazo y estira sus dedos, los gritos del publico provocan que su adrenalina crezca, de pronto Page empalma un arco de violín en un momento clásico porque los asistentes ya sabíamos de lo que se trataba y asi iniciaba sus clases de metal clásico destrozando notas y reglas musicales, la ovación en este momento fue como una erupción el cual Page solo agradece ante un publico puesto de pie. La antesala estaba puesta para escuchar “Black Dog”, John Paul Jones, arremetía duro con su bajo y con sus teclados pero la parte sorprendente de los tres miembros originales de Zeppelin fue cuando en repetidas ocasiones se quedaban asombrados por la manera tan perfecta de Jason Bonham de tocar la batería, tal parecería que el padre había reencarnado en hijo.
…“ummm, es difícil interpretar durante esta noche todos los temas, pero hemos preparado un extracto que les agradará”, palabras claves de Plant que fueron elogiadas durante la noche.
Una buena cátedra de metal era la que nos estaban deleitando estos tíos en estos instantes pero ahora tocaba el turno de escuchar “In my time of dying” con un estilo puro de Blues, en esta parte Page se llevaba la noche ya que de una manera perfecta dominaba el tema
…” fueron semanas de preparación para esta noche y creo que la noche esta dando sus frutos”, Palabras de Plant, para interpretar un tema que es mas que un himno es una joya invaluable dentro del mundo de la música “Stairway To Heaven”¸ parecería que el cielo se caía en estos instantes ante la fuerte ovación y ante los coros que se mecieron durante el tema, el día lunes comenzaba a llegar a su fin y la prueba para Led zeppelín quedaba superada, no se trataba de una noche de nostalgia o de una noche de morbo para analizar la voz de Plant, pero para quienes fueron con esos fines se fueron de culo ya que la banda se mostro potente, actualizada, y con unos agudos que Plant alcanzo que dejo con la boca abierta a miles de asistentes.
El tiempo comenzaba a dar buenos frutos y quien diga que los dioses no existen esta noche se mostraba lo contrario ya que cuatro de ellos se paraban de manera apoteósica en la Arena 2 de Londres para dejar bien en claro el porque el metal les pertenece a ellos.
La primera parte del espectáculo llegaba a su fin con “Kashmir”, majestuosa interpretación para hacer finalizar una noche épica en la cual no existían palabras para descifrar lo que nuestros ojos y oídos se estaban deleitando .
El bis llegaba y una fuerte ovación liderada por Paul Rodgers el cual sacudía de sus pulmones y con una enjundiosa energía hacia sonar sus manos juntos con toda la audiencia para sacudir las paredes de la Arena y exigir algo mas, a manera de no hacerse del rogar de nueva cuenta estos dioses salían de sus camerinos con sonrisas y las manos muy en alto a manera de agradecimiento. Vaya manera de regresar para hacer rugir dos decapitantes temas “Whole Lotta Love” y “Rock and Roll” .
Esta noche fue mágica llena de un metal puro en su máxima esencia ; vimos a un Robert Plant, majestuoso, con una voz lucida , a un Page, armonioso, creativo y demoledor, a John Paul Jones, enorme como un autentico maestro de sus instrumentos y Jason Bonham dueño y señor de la batería machacando cada nota con perfección en si vimos a un Zeppelin demoledor como si los años no hubiesen pasado por ellos, un concierto bello en donde las palabras salen sobrando por ello DIOS SALVE AL METAL.
Texto: Raul Reyes Zuñiga / Fotos: Ross Halfin (cortesÃa Mike Fulton)
Promotor:Harvey Goldsmith
Asistentes:20000
Día:10/12/2007
Sala:O2 Arena
Ciudad:Londres
Puntuación:10
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