HOLY MOSES

Nunca he sido un gran admirador de HOLY MOSES, todo sea dicho. No es que me encuentra en una posición adecuada para cometer un juicio objetivo sobre todo su catálogo discográfico, que no es el caso, tan solo puedo decir que nunca sentí especial devoción por el material que yo había escuchado del grupo (Que obviamente, era bastante escaso y se reducía a un par de vinilos antiguos que andan perdidos desde hace años por algún rincón de mi humilde morada). Por motivos que no vienen al caso, acabé trabajando en la confección y posterior desarrollo del Martohell Oktober Metal Fest, festival que lideraron hace poco los propios HOLY MOSES, y por consiguiente, tuve que tratar con el grupo, durante 2 largos y agotadores días. Circunstancialmente, fui pillando cierto cariño hacia su música hasta el punto de verla a día de hoy bastante más atractiva a mis oídos que, pongámosle, X años atrás.

De tal convivencia, surgió la oportunidad, no sin pasar por alto la previa invitación del grupo, de acudir a la fiesta/concierto que HOLY MOSES iban a dar el pasado 2 de Diciembre en Aachen, su ciudad natal, conmemorando sus 25 años de existencia. Un servidor, bastante dado a agarrar aviones y viajar de una punta a la otra de Europa, no se lo pensó 2 veces. Así pues, tras una semana auténticamente maratoniana en la que me dejé caer por los conciertos de WASP, DESTRUCTION y IRON MAIDEN, llegaba el sábado por la mañana, momento en el que aterrizamos en Eindhoven, ciudad holandesa famosa por albergar durante años el mítico y añorado festival de Dynamo. Tras alquilar un lujoso Mercedes (Con dos cojones), cruzamos la frontera y nos dirigimos hacia Aachen, población alemana situada a unos 100 kilómetros de Eindhoven y fronteriza con Holanda.

Siendo las 2 del mediodía como eran, gastamos nuestro tiempo de la mejor forma posible que uno puede hacerlo en Alemania; Catando cervezas. Llegada la hora de apertura de la sala –una especie de salón de teatro un tanto bizarro- entramos en la  misma para saludar al grupo y ver como se gestaba el ambiente. El recibimiento por parte del grupo fue intachable, de hecho pensé que en ningún momento Sabina y los chicos de HOLY MOSES se habían creído que nos íbamos a presentar en persona allá, a 2000 kilómetros de distancia de Barcelona. Tal fue el recibimiento que incluso nos invitaron a ser entrevistados para la ocasión por las cámaras que tenían montadas en el Backstage de cara a editar la misma en el próximo Dvd que HOLY MOSES pondrán en circulación conmemorando su efemérides e incluyendo el show de esa misma noche.

Los encargados de abrir la velada fueron VALADIUM y AXE LA CHAPELLE, dos bandas de la zona que dieron bastante guerra en los 80 y parte de los 90, amigas de HOLY MOSES, y reunificadas para la ocasión. Junto a ellas, completaba el cartel una formación más actual y joven, WRETCHED.

Por desgracia, a ninguna de las 3 bandas se le ocurrió colgar un cartel con su logo o algo parecido. Si a ello le sumamos el total desconocimiento de las mismas por parte del público (Y de un servidor) y la ausencia de cualquier tipo de entrada, poster o similar con el orden y nombre de los grupos, nos encontramos con que era imposible saber quien estaba tocando en cada momento. Además, con la tontería de la entrevista, estuvimos del orden de una hora en el Backstage hasta el punto de perder por completo la noción del tiempo relativa a los grupos que precedían a HOLY MOSES.

Con una sala prácticamente llena donde deberían haber alrededor de unas 500 personas, HOLY MOSES salieron a escena y el recinto se vino abajo. Todo un mar de moshers y headbangers inundó las primeras filas, como debe ser. La banda, entregada en su totalidad, interpretó un repertorio repleto de clásicos que sus seguidores habían elegido a través del club de fans del grupo, como “In the Slaughterhouse”, “Finished with the Dogs”, “Current of Death”, “Lost in the Maze”, “SSP”, su más reciente pero coreadísima “End of Time” y como no, la versión de los DEAD KENNEDYS “Too Drunk to Fuck”, que congregó sobre el escenario a una muchedumbre considerable como viene siendo costumbre en los shows de HOLY MOSES.

A diferencia de lo que podría haber sido un show normal y convencional de un grupo normal y convencional, HOLY MOSES tuvieron un detalle para sus fans bastante curioso pues lograron reunir sobre el escenario a un montón de ex-miembros del grupo que interpretaron cronológicamente temas de todas las épocas del grupo, sobretodo de la primera. A ellos se les sumaron espontáneos y amigos del grupo como el propio Gerre de TANKARD quien no solo estuvo durante toda la velada en la sala sino que acabó subiéndose (Él, su frondosa barriga y su prominente borrachera) al escenario para pegarse unos berridos en “Too Drunk To Fuck”. Tras 2 horas de show, HOLY MOSES se despidieron de todos los asistentes dando las gracias por tan calurosa acogida y esperando poder celebrar los próximos 25 años de igual forma en el 2031, ¡Hecho bastante improbable que no imposible!.

Como viene siendo habitual en este tipo de viajes, un servidor acabó liado por completo (Muy a su pesar) pocas horas antes de agarrar el avión de vuelta, en un extraño pub holandés de la población de Kerkrade hasta muy altas horas de la madrugada, probando todo tipo de brebajes etílicos a modo de conejillo de indias, cortesía de la dueña del pub; Una especie de híbrido mutante entre Jon Oliva de SAVATAGE y Mamá Fratelli de la película “The Goonies”. ¿Resultado? Sí, perdimos el avión y eso no siempre es barato. Pero a fin de cuentas, salvo a un servidor y su desdichada cartera, ésta parte de la historia a nadie debería importarle lo más mínimo pues no posee relevancia, ni gracia, alguna así que la pasaremos por alto…

Junto al Dvd que aparecerá en breve de dicha actuación, HOLY MOSES están reeditado todos sus viejos discos con un buen puñado de material extra, algo totalmente necesario debido a la dificultad de hacerse sobretodo con sus primeros trabajos. Todo ello conforma un más que merecido homenaje para un grupo que, gustos a parte, ha conseguido mantenerse práctica e ininterrumpidamente durante los últimos 25 años en el más puro Underground, faena ésta al alcance de muy pocas bandas.